Federico Marín Bellón el 22 mar, 2012 Samir Samadov tenía un tumor cerebral y un único deseo: protagonizar su propia película y convertirse en superhéroe. A los diez años, el chaval debe seguir luchando por sobrevivir con ayuda de la quimioterapia, después de haber sufrido una operación y de recibir sesiones de radioterapia durante seis semanas. El deseo, sin embargo, ha quedado más que cumplido. No puede sentirse más orgulloso de su obra, «Jaque mate». Ahora sueña con ser campeón del mundo de ajedrez y con ayudar a otros niños enfermos. Samir, radiante, ante el cartel de «Jaque mate». Fotos: Ray Morris-Hill Decía Woody Allen que lo más bonito que le pueden decir a alguien no es «te quiero», sino «es benigno». En junio de 2011, a Samir, un chico de diez años que ha ganado algunas competiciones infantiles de ajedrez, le diagnosticaron un tumor cerebral. Nacido en Bakú, como Kasparov, empezó a jugar precisamente en el Club de Ajedrez Kasparov de la capital de Azerbaiyán. Casualidad o no, cuando su familia se trasladó a Londres a vivir, empezó a estudiar en el mismo colegio al que asistió el gran maestro británico Nigel Short. El sueño de Samir se hizo posible gracias a la Fundación Cumple un Deseo (Make-A-Wish Foundation), organización de la que parte la noticia y que se dedica a convertir en realidad los anhelos de niños y jóvenes que se debaten entre la vida y la muerte. Uno de los momentos más emocionantes para Samir fue pisar la alfombra roja el día del estreno de su película La película dura diez minutos y ha sido rodada en algunas localizaciones de Londres, incluido el Támesis, donde montó en una lancha motora, y en el número 10 de Downing Street, residencia del primer ministro. Para Samir, que solo quería saber lo que se siente siendo una estrella de cine, fue más que suficiente. Él mismo ideó el argumento de «Jaque mate»: un maligno doctor con el nombre nada casual de Capablanca urde un plan para boicotear los Juegos Olímpicos introduciendo un virus en el sistema informático; el agente 27 (Samir) es el único capaz de detenerlo. ¿Lo conseguirá a tiempo? El muchacho, que vivió la experiencia más increíble de su vida con el rodaje, llegó a preguntar a su padre: «Papá, es esto real?». En su vestuario para el estreno, al que acudió acompañado por su familia, no faltaba ni la pajarita. En este enlace se pueden ver más fotos de Samir en su gran día. Y si alguien quiere realizar alguna donación a la Fundación Cumple un Deseo, puede ponerse en contacto aquí. Otros temas Tags CapablancacineenfermedadesKasparovniñosShort Comentarios Federico Marín Bellón el 22 mar, 2012