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Muere Bill Eadington, pionero en el estudio del juego y de la ludopatía

Federico Marín Bellón el

El economista Bill Eadington falleció el lunes pasado, a los 67 años de edad, después de una larga batalla contra el cáncer. Fue un pionero en el estudio del juego, en su doble vertiente, económica y social. Siempre prestó gran atención a su gran fuerza para generar ingresos (y a las matemáticas necesarias para intentar ganar), sin olvidar sus riesgos como materia altamente adictiva. Era director del Instituto para el Estudio del Juego en la Universidad de Nevada.

Bill Eadington, en una fotografía de la Universidad de Nevada

Un viaje cambió la vida del profesor Eadington a finales de los años sesenta. Las Vegas le abrió los ojos a la realidad del juego, según cuenta William Yardley en su necrológica para el New York Times. Mientras su cuñado jugaba al blackjak en el casino Aladdin, William R. permanecía detrás, contando cartas. Muy pronto los beneficios de ambos superaban los mil dólares. Más importante aún fue que él había descubierto que los conocimientos matemáticos y económicos podían hacer de él un profesional del juego.

Luego empezaría a perder, como casi todo el mundo, pero ya se había convertido en «una clase distinta de adicto al juego». Cuando en 1969 visitó la Universidad de Nevada, esperaba (en vano) encontrar una montaña de bibliografía dedicada al juego. Visto el vacío, en 1972 propuso a la Universidad crear un curso dedicado al juego, con tan mala fortuna (era lo natural, dadas las circunstancias) que uno de sus invitados y aliados se presentó borracho y armado, lo que no causó la mejor impresión posible.

Dos años después lograría organizar la primera conferencia sobre el asunto, que con el tiempo se ha convertido en una cita importante del calendario. Su mayor virtud era su valor para reunir en la misma sala a defensores enfervorecidos y profesionales del juego con los críticos más apocalípticos y temerosos de los males de la ludopatía. Todo el mundo destacaba su gran visión global, sin ángulos muertos. Era un profesor respetado y un consultor muy solicitado, con una amplia obra escrita y un buen número de premios en el currículum.

William R. Eadington había nacido el 1 de enero de 1946 en Fullerton (California) Le sobreviven su mujer, una hija, un hijo y tres nietos.

Juego

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