Joan Ginther ha ganado cuatro veces la lotería, todas ellas con premios superiores a los dos millones de dólares. La «mejor jugadora de la historia» o la «mujer con más suerte del mundo», como ha sido bautizada, se doctoró en la Universidad de Stanford y dio clases de matemáticas. O bien conoce algún secreto o tiene mucha, mucha suerte. En 1993 ganó 5,4 millones en el Texas Lotto jackpot. En 2006 fueron dos millones, otros tres en 2008 y diez más en 2010. En su caso, lo de rasca y gana es literal. La leyenda ha sido alimentada por un celo extremo en mantener su privacidad. Se niega a ser fotografiada y no concede entrevistas (eso explica la calidad de la de arriba). Su contestador advierte de la inutilidad de dejarle algún mensaje. Cualquiera haría lo mismo en su lugar.
Según el diario Philly.com, que ha investigado a fondo el caso, solo cuatro personas han ganado más de una vez la lotería en Estados Unidos. En este blog comentaba hace tiempo el ejemplo de un matrimonio de Arkansas que había repetido. Ginther, que se ha trasladado del pueblo texano de Bishop a Las Vegas, ha ganado otros 24 premios, inferiores a los dos millones. Algunos están convencidos de que sigue algún sistema ilegal, aunque ni siquiera los tramposos conocidos y cazados tuvieron nunca tanto éxito como esta mujer.
Hay varias teorías sobre el sistema (o la bola de cristal) de Joan, nada sofisticadas: hace trampas, conoce alguna fórmula matemática secreta o tiene más suerte que Piqueras, que decíamos en el colegio (por un compañero que siempre se llevaba todos los balones de rebote, sin duda porque era mejor de lo que creíamos. Un saludo, amigo).
A lo largo de la historia han aparecido otros personajes que aseguraban conocer un método. Richard Lusting incluso vendía un libro con sus secretos, aunque costaba demasiado dinero para haberlo escrito una persona sin problemas económicos. Peter Mucha, periodista de Philly.com, cree que su sistema es comprar grandes cantidades de boletos. El plan no difiere demasiado del que retrataba el viejo chiste, sobre uno de Bilbao que había ganado el Gordo y explicaba: «Me han tocado 300 millones… lo que jugaba».
Según Mucha, Ginther compra miles de billetes y se ha gastado más de tres millones de dólares en ellos. Parece que, pese a todo, incluidos los impuestos aplicados a los premios, le salen las cuentas. Los premios pequeños, además, son más difíciles de detectar por el fisco. Un portavoz de la Texas Lottery Commission, que tiene una página web que echa para atrás, aseguró que no conocen precedentes parecidos, pese a lo cual nunca han investigado por posible fraude a Joan Ginther. Confían en los sistemas de seguridad de su lotería.
En Bishop, una localidad con 3.300 habitantes, comentan que cuando vivía allí la afortunada jugadora siempre parecía tener miedo de todo el mundo. No obstante, donó una camioneta para la iglesia y realizó algunas obras de caridad, incluida la entrega de su casa cuando se mudó a Las Vegas. La protagonista de la historia apenas ha hablado en público. La única vez que trascendieron sus palabras explicó que quería tener una bonita casa, con grandes vistas, algo que por supuesto consiguió. Añadió que tampoco le interesaba tener miles de turistas cada día frente a su puerta. Algunos antiguos vecinos la recuerdan como una mujer generosa, que ha ayudado a mucha gente y que ni siquiera tiene móvil.
La fotografía de arriba es del «Daily Mail»
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