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Una solución revolucionaria para acabar con los tramposos en el ajedrez online

El gran maestro Ruslan Ponomariov propone una receta silenciosa y perfecta contra la plaga de fulleros en internet

Una solución revolucionaria para acabar con los tramposos en el ajedrez online
Ruslan Ponomariov, en el Festival VIII Centenario. Foto: Ajedrez Salamanca
Federico Marín Bellón el

Hubo un tiempo en el que al jugar contra una máquina, si algo temía el ajedrecista era que detrás de ella se escondiera una mano humana. Ocurrió con El Turco y Kasparov sintió que la historia se repetía cuando perdió contra Deep Blue. Ahora el problema es justo al revés, pero alguien ha dado con una solución brillante. Ruslan Ponomariov, ex campeón del mundo de la FIDE, grandísimo jugador y comentarista, ha dado con una receta que podría asestar un golpe letal a los tramposos del ajedrez online. Quizá no acabe con ellos, pero al menos los mantendrá ocupados.

En lugar de expulsarlos de las salas cuando son detectados, el gran maestro ucraniano propone no decirles nada y dejarlos jugando entre ellos, sin acceso a las partidas entre la gente decente. Como propina, lograremos «mucha diversión y partidas de calidad garantizadas», remata el genio.

But there is much better solution: don’t let the cheaters know that they were caught. Just make a different pool of pairings that cheaters could only play against each other and have fun to see how they will struggle against each other. Lots of fun and quality games guaranteed!

— Ruslan Ponomariov (@Ponomariov) May 4, 2020

A mí me parece una magnífica idea y todas las reacciones que he leído han sido entusiastas. En realidad, Ponomariov buscaba alternativas después de opinar que no le parecía útil expulsar a los tramposos, dado que siempre pueden volver con otro nombre. Las dimensiones del problema son más graves de lo que cabría pensar. Chess.com informaba hace unos días de que hasta la fecha ha expulsado a más de 300 jugadores titulados (el número de aficionados debe de ser brutal) por hacer trampas en su plataforma. En los últimos meses, añadían, los casos detectados se han duplicado.

En el reciente torneo Sunway, el primero de la historia de partidas lentas jugadas por internet, la organización expulsó a treinta participantes sobre los que recaía la fundada sospecha (ese es otro punto delicado) de que eran fulleros. El número de denuncias era mucho mayor.

El caso del tramposo del retrete fue de los más sonados

Por supuesto, hay ajedrecistas de todos los niveles que encuentran inconcebible ayudarse con un módulo o recurrir a alguna otra triquiñuela. Levon Aronian, por ejemplo, asegura que jamás lo haría, porque supondría «no solo traicionar el Juego, sino a ti mismo como persona». «Si recurres a ese tipo de engaño no tienes derecho a llamarte a ti mismo persona», añade taxativo.

Lo cierto es que incluso en partidas irrelevantes, sin ninguna recompensa económica, a mucha gente no le importa recurrir al juego sucio para ganar. Nigel Short, vicepresidente de la FIDE y antiguo candidato al título, contaba hace poco que de forma regular le llegan mensajes de las salas en las que juega para decirle que han detectado que alguno de sus rivales había violado las normas. «Ocurre cada pocos días, incluso cuando no hay nada en juego. Añade premios en metálico y el número crecerá de forma substancial», comenta el británico.

El peligro de estas cosas es que paguen inocentes, como también ha ocurrido. Se ha desatado cierta paranoia y alguna vez me ha pasado que después de derrotar a alguien por internet te diga que le has hecho trampas o amenace con denunciarte. El último fue muy divertido, porque después de seis partidas de 3 minutos, con empate en el marcador, mi rival aseguraba que yo jugaba con ayuda de una máquina. Huelga decir que era tan malo como yo, pero más tonto. El tipo argumentaba como prueba que estaba comprobando (¡en directo!) las partidas con un módulo y que yo hacía las jugadas buenas al toque. En fin, espero que con semejante argumento en Chess.com lo mandaran al purgatorio de los tramposos que propone Ponomariov.

Seguiremos hablando de esto, porque ahora mismo es una plaga. Dejo algunos enlaces a otras entradas del blog sobre tramposos:

Sanción de dos años contra un ajedrecista ciego por hacer trampas

Cazan a un italiano que usaba el código morse para hacer trampas

Marlon Brando hacía trampas al ajedrez, según Woody Harrelson

El ajedrecista que hacía trampas con los pies

Irrumpe de una patada en el servicio y sorprende a su rival haciendo trampas

Pillan a un tramposo con dos móviles pegados a las piernas

 

 

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