La crónica de la primera partida ha sido publicada en la sección de Deportes. Aquí se pueden ver los movimientos.
La primera partida del Campeonato del Mundo de Ajedrez empezó bonita. En la jugada 8, Carlsen, que conducía las piezas negras, sacrificó un peón en una variante poco común de la apertura española. Según dijo el Divis en Chess24, solo había 19 partidas previas en esta línea y ninguna de alto nivel. La compensación existía, pero no era fácil recuperar el material perdido a corto plazo.
Se notó que Nepo ha llegado bien preparado a la cita, sin embargo, porque respondió rápido y no se perdió en el árbol de variantes, imposibles de memorizar para un humano. Él mismo confirmó después que había estudiado la desviación elegida por Carlsen. Quedó claro que algunos movimientos de la apertura no eran muy humanos, parecían imposibles de improvisar para un ‘pellejudo’. Ambos rivales han llegado armados hasta los dientes con los consejos que dan las máquinas, por lo que a veces hacían jugadas difíciles de comprender incluso para los grandes maestros que comentaban la partida.
Nepo hizo un Rf1 extrañísimo (jugada 14), y Carlsen respondió con un Tfb8 no menos original. La retransmisión oficial, para rematarlo, ofreció primero un Tfc8 ya del todo a absurdo. Matamoros alertó incluso en Chess.com de un posible problema con el tablero electrónico.
«Es la típica posición en la que tu posición no es gran cosa, pero para el blanco tampoco», explicaba David Antón. Hay que pensar que el rival también está muy mal».
Para Nepo fue un buen examen, el primer día de clase. Si no hubiera llevado la lección aprendida, la opción de resolver los problemas en directo obliga a consumir un tiempo que es el bien más escaso para el ajedrecista. Como decía Anish Giri, es imposible memorizarlo todo, así que es mejor jugar posiciones en las que te encuentres a gusto. Si lo basas todo en la memoria, lo vas a pasar mal.
En este sentido, Judit Polgar insistía, sobre todo a los jóvenes, en la importancia de comprender las posiciones y no seguir a ciegas los consejos de la máquina, porque tarde o temprano te sentirás perdido.
Nepo salió de esa fase de la partida con el citado peón de más, pero el noruego lo contrarrestaba con otras ventajas, menos materiales pero igualmente decisivas, como la pareja de alfiles. Además, la ventaja de peones de Nepo en el flanco de dama era difícil de aprovechar, ya que tenía dos doblados y las piezas bastante enredadas.
En algunos momentos, la partida decepcionó pese al temprano desequilibrio material: durante varias jugadas, no había contacto entre las piezas blancas y negras. Las primeras no pasaban de las tres primeras filas, intentando reorganizarse. Las negras se desplegaban en cuatro, con la restante como franja prohibida, quién sabe si minada.
Quizá por eso, cuando Nepo llevó su alfil a f4, a destiempo, fue una imprecisión que acabó con sus opciones de victoria, si es que tenía alguna. Pese a todo, el pequeño error no fue suficiente para quedarse perdido. Era él quien podía sufrir e incluso colapsar en cualquier momento. No es casualidad que los rivales de Magnus sufran ese mal tan a menudo.
El número uno del mundo, fiel a su estilo, siguió apretando hasta recuperar su peón y quedarse algo mejor, pero el aspirante aguantó con entereza, sin comerse el reloj. Cuando pasó el control de tiempo de la jugada 40, ya ninguno quiso arriesgar. Giri y Anand, este en la retransmisión oficial, coincidían en que la posición era ‘tablífera’ y la lucha no tardó en resolverse con tablas por triple repetición, después de 45 movimientos.
De algún modo, los dos salen reforzados. Carlsen neutralizó el primer ataque de su rival con blancas y Nepo esquivó una bala peligrosa en el duelo más importante de su carrera. Para ganar a Magnus también hay que saber sufrir. «El resultado fue sólido», dijo Carlsen en la rueda de prensa posterior. «Siento que estaba un poco tembloroso a veces y hay cosas que podría haber hecho mejor, pero en general el resultado fue justo».
Nepo también se mostró razonablemente satisfecho: «Normalmente, con blancas, intentas ganar, pero unas tablas no son un mal resultado. Supongo que ha sido una partida buena por parte de Magnus, por lo que no siento nada específico».
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