Uno ve a Angela Merkel al lado de un peón y se la imagina poniéndolo a trabajar de inmediato. Que la pieza sea negra es solo un simbolismo más de las fotografías tomadas por John MacDougall para AFP. La canciller, en realidad, participa en un acto navideño en Berlín, en el que inauguró varios árboles. Ni allí se libran los ciudadanos de la funesta manía de la clase política mundial.
Napoleón, que no era un tipo modesto y jugaba regular, dijo en un discurso embravecedor de tropas que la mochila de cada soldado esconde el bastón de mariscal, frase célebre en la que muchos vieron una metáfora ajedrecística, por aquello de la coronación de los peones más tenaces. Angela no gasta en retórica y donde hay un peón solo ve un peón. Y que se deje de tonterías. Incluso las piezas gigantes parecen pequeñas a su lado.
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