El estadounidense de origen cubano Leinier Domínguez ganó este fin de semana la edición número 33 del torneo Magistral de Ajedrez Ciudad de León, uno de los tesoros que nos quedan en el calendario, tras imponerse por 2,5 a 1,5 a Jaime Santos. El leonés fue un digno finalista ante el número 6 del mundo en partidas rápidas. El duelo se jugó a través de internet, en la plataforma Chess.com.
Marcelino Sión, director del Magistral y entrenador del ajedrecista local, reconoció que la victoria de Leinier era justa. «Ha sido un claro vencedor. Ha desactivado el talento de Jaime con un juego muy preciso, muy sólido, demostrando por qué es uno de los diez mejores jugadores del mundo, un jugador con mucha experiencia que ha sabido encarrilar el match de una manera muy adecuada». Sión destacó además que Santos había luchado hasta el final: «Incluso con negras en la última partida corrió muchísimos riesgos. Al final no ha podido ser. Leinier no le ha dado ninguna opción, pero demuestra el progreso de Jaime, que ha perdido por la mínima contra uno de los mejores jugadores del mundo y augura que su carrera sigue progresando».
Ambos jugadores disputaban su primera final del decano de los torneos ajedrecísticos en España. Domínguez no pudo superar a Levon Aronian en las semifinales de 2010 y Santos había perdido en sus cuatro intentos anteriores. Tres de las partidas entre ambos terminaron en tablas, pero el gran maestro nacido en Cuba se impuso con gran calidad en la tercera, con negras.
Jaime Santos también reconoció a Efe que, pese a haber dado «el primer paso, ganar el título de un torneo como éste no era fácil, con algunos de los mejores jugadores del mundo». «Simplemente fue mejor, ofreció un juego sólido y sin fisuras y aprovechó perfectamente sus ventajas», añadió el español sobre su rival en la final.
Santos, pese a todo, plantó cara después de derrotar al hispano-letón Alexey Shirov en su semifinal. Domínguez, por su parte, sufrió y tuvo que llegar al Armagedón contra el iraní Parham Maghsoodloo, quien demostró que con 18 años es mucho más que una joven promesa. Sobre la experiencia de jugar a través de internet, Santos se declaró satisfecho: «Pudimos estar más relajados y se minimizó la presión», dijo.
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