Se celebra estos días en Qatar la segunda edición de uno de los torneos abiertos de ajedrez más fuertes que quepa imaginar. El campeón del mundo, Magnus Carlsen, es uno de los participantes. No se apuntaba a un open desde que era pequeño; hace 2.500 días, según calculó algún aficionado a los datos. A su lado juegan monstruos como Kramnik, Giri, So, Ivanchuk, Ponomariov y las campeonas del mundo Hou Yifan, Antoaneta Stefanova y Alexandra Kosteniuk. Otro campeón mundial, pero del fútbol, Xavi Hermández, aprovechó la oportunidad de demostrar que, de todos los grandes maestros del balón, él es uno de los más cerebrales, aunque el césped del tablero se quedó muy corto, como se aprecia en la foto.
El torneo empezó el pasado día 19 en el Torch Hotel de Doha, y ha deparado numerosas sorpresas desde la primera ronda, como las tablas que tuvo que ceder Carlsen (2834) ante la georgiana Nino Batsiashvili, de 28 años y 2498 puntos Elo. El torneo es tan fuerte que, al no tener cabida los aficionados, no existen las típicas rondas iniciales en las que los favoritos pueden sestear un poco. Batsiashvili confesó que, lejos de asustarse, le hizo feliz jugar contra el noruego, alguien fuera de su alcance en cualquier otro torneo. Su estrategia fue sencilla: se limitó a hacer «sus jugadas», sin preocuparse de quién era su rival.
Vladimir Kraminik y Wesley So también tuvieron que enfrentarse a jugadoras, pero ninguno sufrió tanto como el campeón. Peor lo pasó la china Hou Yifan (2730), que perdió el punto entero ante el joven maestro internacional turco Firat Burak (2446) [y no con el indio Shardul Gagare, como había puesto por error]. Gagare protagonizó otra sorpresa al derrotar al chino Yi Wei, que incluso cometió el error de abandonar cuando todavía le quedaba alguna bala en forma de truco, que no supo ver a tiempo. Rendirse de forma innecesaria es una de las formas más crueles de perder en ajedrez.
En la tercera ronda fue cuando hizo acto de presencia Xavi, gran futbolista pero un negado para el ajedrez, como quedó demostrado cuando, al hacer el «saque de honor» en la partida Anish Giri-Radoslaw Wojtaszek, intentó jugar Re3 como primer movimiento. En la imagen de arriba, obra de Alla Oborina, se aprecia la ilegalidad, fruto del desconocimiento. Las sonrisas de Giri y Wojtaszek y su mirada cómplice lo dicen todo. El tiki taka no es tan sencillo en un tablero de 64 casillas. Quizás con Iniesta al lado…
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