La Olimpiada de Ajedrez termina hoy en Bakú y todas las miradas se desviarán enseguida hacia el Mundial de Ajedrez, que tendrá lugar en Nueva York del 11 al 30 de noviembre. En una época en la que la FIDE dosifica las noticias sobre el duelo (hasta hace poco se ignoraban la y los patrocinadores), al menos hemos conocido un pequeño avance técnico Habrá que comprobar cómo funciona, después de algunos fallos en la retransmisión del torneo de Candidatos, pero World Chess, que pertenece a Agon, propietaria de los derechos del Mundial, ha anunciado que las partidas serán grabadas desde distintos ángulos y se podrán ver en realidad virtual. Será casi como disfrutarlas en la sala de juego, prometen. Lo malo es que no será gratis, ni mucho menos.
«Es la primera vez que el Campeonato del Mundo de Ajedrez o cualquier otro acontecimiento deportivo global será retransmitido con este tipo de tecnología», aseguran desde World Chess. El Mundial se jugará en el edificio Fulton Market al sur de Manhattan. Serán doce partidas, más las posibles de desempate, si Magnus Carlsen y Sergey Karjakin terminaran 6-6. El campeón ya no tiene el privilegio de mantener el título en caso de igualdad final, como ha ocurrido durante tantas décadas.
La mala noticia es que para ver las partidas en realidad virtual habrá que suscribirse. El duelo entero costará 15 dólares. Por 45 dólares, se tendrá acceso además a las retransmisiones del Gran Prix completo, además de los Mundiales de partidas rápidas y relámpago y el Mundial de 2018. Si esa es la idea de Agon para rentabilizar su inversión, no es aventurado augurar un futuro incierto. La retransmisión virtual se podrá ver exclusivamente en WorldChess.com y la tecnología será proporcionada por Livestream.
Ilya Merenzon, uno de los responsables de Agon, anunció que han invertido en esta cobertura de 360 grados porque creen «que es una gran oportunidad comercial para un deporte que requiere fuentes de ingresos adicionales para desarrollar su potencial». Las promesas posteriores no resultan demasiado creíbles, por desgracia: «Los millones de dólares extra que ingresemos con este modelo de negocio serán reinvertidos en premios para los jugadores, eventos en el ciclo del Mundial e iniciativas de base». Al menos, Merenzon dijo que entienden que no todo el mundo «está preparado para pagar» y que también realizarán una retransmisión gratuita, en su propia página web y en otras «afiliadas», con análisis de los módulos informáticos y de expertos ajedrecistas, en varias lenguas.