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Blogs Jugar con Cabeza por Federico Marín Bellón

El miedo de Topalov a visitar Rusia

Federico Marín Bellón el

Con las elecciones a la vista y el ex campeón mundial Anatoli Karpov como alternativa al poder establecido, la FIDE salta de charco en charco. Los enfrentamientos del próximo ciclo de candidatos para el título de campeón del mundo no dejan de originar fricciones. Primero iban a celebrarse en Bakú (Azerbaiján), pero el GM armenio Levon Aronian anunció que no pensaba jugar allí. La Federación Internacional cambió entonces el escenario por el de Kazán, en Rusia y Topalov no ha tardado en saltar. El número 2 del mundo ha escrito una dura carta en la que asegura que no piensa jugar en Kazán ni en ninguna otra ciudad rusa, sobre todo si es contra algún ajedrecista nacido en aquel país.

Aunque no lo cita, en la cabeza de Topalov revolotea el caso «vátergate», que se remonta a cuando disputó la corona mundial en Kalmikia contra el ruso Vladimir Kramnik. El escándalo saltó en mitad del encuentro, cuando el búlgaro acusó a su rival de recibir ayuda en sus frecuentes visitas al baño. La tormenta pudo ser controlada, más o menos, pero semanas después, Topalov estuvo a punto de meterse en un lío aún mayor por culpa de una entrevista que le hice en Bilbao, donde se encontraba jugando varias partidas a ciegas contra Judit Polgar.

Aprovecho para reproducir de nuevo aquella conversación. En ella, el entonces número uno de la clasificación se despachó a gusto contra Kramnik, a quien acusó de tramposo, y aseguró que fue amenazado en Rusia, por lo que llegó a sentir miedo. La FIDE no encajó bien sus palabras y lo amenazó con una sanción de tres años por lanzar acusaciones si pruebas. El mánager vitalicio de Topalov, Silvio Danailov, empeoró las cosas con una estrategia suicida de negaciones menguantes: primero negó que se hubiera celebrado la entrevista, luego negó sus declaraciones, después dijo que el periodista era un reportero local sin experiencia, otro día añadió que sólo había sido publicada en internet…

En unos pocos días me llamaron varios periodistas, alguno desde Estados Unidos, preguntando por la veracidad de lo transcrito. Como es lógico, conservaba y conservo la grabación de aquel encuentro y Topalov habla un español más que correcto (como es sabido, reside en Salamanca desde hace años), por lo que tampoco hubo posibles errores de traducción. En este artículo contaba en su día las circunstancias en las que se celebró.

Al final, el búlgaro reconoció que se había equivocado ante un consejo de la FIDE dispuesto a ejecutar su amenaza de suspensión y todo se quedó en un tirón de orejas. Lo de los tres años de sanción, desde luego, habría sido una barbaridad, aunque conociendo a los directivos…

Meses después, volví a coincidir con Topalov, que no eludió el encuentro. Después de los saludos habituales, le recriminé educadamente la estrategia defensiva de su equipo. No diré lo que respondió Veselin porque esta vez no se trataba de una entrevista con grabadora de por medio, pero quedó claro que no estaba muy orgulloso de su actuación.

A continuación, la dichosa entrevista:

«El Kremlin nunca reconocerá que mató al espía ruso, ni Kramnik que hizo trampas»

BILBAO. Aunque ha ganado el duelo, Veselin Topalov acaba de perder en Bilbao la última partida a ciegas con Polgar. Algo contrariado, prefiere no acudir a la cena oficial con los organizadores, pero accede a conceder la
entrevista prometida.

-Hábleme del duelo a ciegas.
-Vine relajado y las partidas han sido espectaculares. La calidad ha sido
muy alta.

-¿Cómo fueron sus comienzos en España?
-Fue una época romántica. Silvio Danailov y yo vinimos aquí porque hay más torneos.

-¿Ya pensaba ser campeón?
-Cuando uno gana el campeonato del mundo sub 14 ves que tienes talento, pero a tanto no aspiraba.

-Se podría decir que es el campeón salido de la calle.
-Sí, tengo un estilo callejero. Estuve un año jugando abiertos y nos
pateamos España.

-Lo conocí en 1994, en Alcobendas, y el éxito no lo ha cambiado.
-Eso es lo bueno de empezar desde abajo.

-¿Cómo fue el encuentro con Kramnik?
-Muy tenso, aunque objetivamente dominé la mayor parte.

-¿Qué ocurrió antes de la quinta partida?
-Conseguimos los vídeos de lo que hacía Kramnik entre jugada y jugada. Él
iba muchísimas veces al baño y su comportamiento era muy sospechoso.

-Le acusan de intentar desequilibrarlo porque él iba ganando.
-Nunca quisimos parar el encuentro. Había claros indicios de trampa. Tú ves
la cinta y da miedo. No es sólo cuantas veces iba al servicio, sino cómo
iba. Muchas veces salía, se presentaba ante el tablero y jugaba al toque
(sin pararse a reflexionar).

-Él alega problemas de salud.
-Mentira. Yo bebía más y no iba tanto al servicio. El caso es que apelamos y
el comité, que nos dio la razón, fue despedido.

-Ellos dicen que era inconcebible que el equipo rival tuviera acceso a vídeos privados.
-Ellos también veían mis vídeos. Seguían todos mis pasos y los de la gente
que estaba conmigo. Y si él no hace nada ilegítimo, ¿cuál es el problema?

-Illescas dijo que usted exageró, y mintió, sobre el número de veces que Kramnik iba al servicio.
-No sé cuántas veces iba. En mi equipo sólo pudieron ver las cintas una vez
y luego desaparecieron.

-Quizá se basaron en indicios.
-Cuando se hizo la inspección de los baños apareció un cable de red escondido en el techo de escayola.

-Eso nunca se supo.
-Nos lo callamos por muchas razones.

-¿Fue un error no contarlo?
-No podría decirlo. Era una situación muy tensa. Si lo anunciábamos el match se cancelaba, y yo quería jugar y ganar el dinero prometido. Además, había amenazas.

-¿Por parte de quién?
-En principio anónimas, pero cerraron el aeropuerto. Es fácil hablar desde
aquí, pero cuando uno está en Rusia te planteas cómo salir. ¿Caminando? Y
olvídate, por supuesto, del dinero. Así que nos callamos y siguió el match.

-¿Notaba algo desde el tablero?
-Allí estás concentrado. El problema de Illescas es que él tampoco sabía lo
que pasaba, porque Kramnik no le dijo nada a nadie de su equipo.

-¿Le ayudaban desde fuera?
-Sí. Eran rusos, pero ajenos al mundo del ajedrez.

-Luego su equipo es inocente.
-Creo que sí. No están implicados; por eso dudan y niegan.

-¿Le ayudaron desde el KGB?
-La suerte es que no estaba implicado ningún profesional y los que le decían
las jugadas eran aficionados o del KGB. Si le das a Illescas ese trabajo me
machacan.

-¿Ha hablado con Kramnik?
-El Kremlin nunca reconocerá que envenenó al espía ruso, lo que parece
obvio, ni Kramnik que hizo trampas.

-¿Llegó a sentir miedo físico?
-Sí, y creo que no volveré allí.

-Pasemos al match de revancha. Usted mismo considera improbable que se vaya a jugar.
-El problema es que Kramnik quiere tener el título sin defenderlo sobre el
tablero. Siempre quiere algún privilegio. Ni siquiera creo que llegue a
jugar en México.

-En Kalmikia hubo control antidopaje, ¿verdad?
-Nos hicieron uno, pero el laboratorio estaba en Moscú.

-¿Qué opina del presidente de la FIDE, Kirsan Ilyumzhinov?
-Es un hombre de negocios, que simplemente necesita tener a un ruso campeón. No es nada personal. Tenía la orden.

-¿Cree que Kramnik siguió haciendo trampas después de destaparse el escándalo?
-Personalmente, creo que sí y que el nuevo método fue mejor.

-¿También en el desempate?
-Ahí tenían un sistema que no fallaba. En la cuarta partida, incluso cuando
ya me tenía ganado, Kramnik hizo una jugada que sólo se le ocurre a una
máquina. Luego, tenía derecho a un día de descanso, pero ni enfermo lo
pidió. Si te van a pasar las jugadas, mejor jugar cuanto antes. Pero lo
hicieron mejor que la chapuza de los cables.

Invencible en el futuro

-Si esto es verdad, ¿qué va a pasar en unos años, cuando las máquinas sean aún más fuertes?
-Si esto sigue así, con la tecnología de los rusos, Kramnik va a ser invencible en un match.

-¿No hay forma de impedirlo?
-Antes del desempate, cuando el miembro de mi equipo le pasó el control…

-¿…de aparatos electrónicos?
-Sí, con un escáner. El tío estaba temblando, visiblemente. Creo que tenía
alguna cosa en el cuerpo y le preocupaba que se descubriera. Yo sé que es mi opinión personal, que sólo son indicios. La prueba definitiva para mí es el
cable.

-Pero en la segunda partida usted lo barrió del tablero, aunque luego falló en el remate.
-Fue precisamente porque él jugaba como la máquina. Seguía comiendo piezas rapidísimo, con total tranquilidad, cuando mi ataque era peligrosísimo. No me lo podía creer. Si ves la posición con la máquina, le encantan las negras, aunque están perdidas, hasta que ya es demasiado tarde. ¿Cómo podía tener él tanta confianza?

-¿Antes del encuentro sospechaban ya algo así?
-Lo tuvimos en cuenta y pensamos que, en el peor de los casos, nos
llevábamos el dinero. El problema fue que nos enteráramos. Si no te das
cuenta, te limitas a jugar. Si te enteras, te hace polvo. No puedes dormir y
le das vueltas y vueltas.

«Vallejo tiene buenas ideas, volvió loco a Kramnik»

-¿Cómo fue su trabajo con Paco Vallejo durante el Mundial?
-Terminé muy contento. Espero que podamos repetir.

-¿Qué le aportaba el jugador español?
-Paco Vallejo volvió loco a Kramnik. En la partida nueve, en la once y en la
tercera del desempate empleé ideas de Vallejo, siempre con muy buen
resultado. Empaté una y gané dos, creando muchos problemas a Vladimir.

-¿Lo eligió porque Paco le ha ganado alguna vez, porque le gusta su estilo de juego..?
-Se ve que tiene buenas ideas en las aperturas. Me fue de gran ayuda.

-¿Hasta dónde cree que puede llegar el jugador español en su carrera personal?
-Me alegra que haya ganado el Campeonato de España sin demasiados problemas. Estoy convencido de que el trabajo conmigo será beneficioso para él. Ya ha ocurrido antes con otros ajedrecistas.

-¿Qué tal vive en Salamanca?
-Estoy satisfecho. Por ahora no pienso cambiar. Yo estoy contento en todas
partes, menos en Rusia.

Ajedrez
Federico Marín Bellón el

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