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Alireza Firouzja, drama sin bandera en los mundiales de rápidas

El joven iraní perdió de forma polémica contra Carlsen, que recupera la triple corona y amplía su «dictadura»

Alireza Firouzja, drama sin bandera en los mundiales de rápidas
Alireza Firouzja logró la plata en el mundial de rápidas. Foto: Lennart Ootes
Federico Marín Bellón el

Alireza Firouzja es el penúltimo genio surgido de los tableros. El joven iraní de 16 años ganó la plata en el Mundial de Ajedrez de rápidas y luchó por las medallas en el de partidas relámpago, que terminó este lunes en Moscú. Lo hizo además bajo la bandera de la FIDE, justo después de abandonar su país, harto de que el régimen prohíba a sus deportistas enfrentarse a jugadores israelíes. Otra bandera acentuaría su drama…

El conflicto sobrevino en su partida contra Magnus Carlsen, en la antepenúltima ronda. El noruego, por su parte, se aseguró la triple corona: ajedrez clásico, rápidas y relámpago, y terminó el año por todo lo alto. El final quizá habría sido redondo del todo si hubiera concedido tablas a Firouzja en una partida que decidió el «VAR», después de la reclamación del chaval y de la o deliberación del comité técnico.

Esta es la posición final de la partida entre Firouzja y Carlsen. El iraní, con blancas, tiene tres peones de más, pero perdió por tiempo

Lo que ocurrió no es nada nuevo: a Firouzja se le acabó el tiempo en una posición en la que no podía perder, con alfil y tres peones contra alfil. Se le «cayó la bandera», que se decía hace años, antes de la llegada de los relojes digitales. La partida se jugaba a tres minutos más dos segundos de incremento, un ritmo vertiginoso, en el que es frecuente que ocurran estas cosas. Según el reglamento, si un jugador se queda sin tiempo, el otro vence si tiene material suficiente para dar mate. En caso contrario, son tablas. A Carlsen solo le quedaba un alfil, incapaz de dar mate por sí solo, pero que sí podía hacerlo con la «ayuda» de las piezas restantes de su rival. Inverosímil, pero técnicamente posible.

Magnus Carlsen tuvo tiempo hasta de jugar al fútbol. Foto: Lennart Ootes

Internet se convirtió en un hervidero de reacciones. El resultado es moralmente injusto, pero si alguien tiene la culpa son los guardianes de un reglamento obsoleto en detalles como este. «Tiene algunas ventajas conocer las reglas de la FIDE. Alireza Firouzja se las ha arreglado para perder por tiempo contra Magnus Carlsen una partida que por internet habrían sido tablas», decía Nigel Short, vicepresidente de la organización. Miguel Illescas confirmaba este extremo, sin tanta complacencia: «Yo juego en ICC y en internet esto es tablas. Quizá debería tomar nota la FIDE y actualizar su reglamento», aseguraba el gran maestro español, comentarista en el Mundial.

David Antón terminó en una fantástica décima posición en el mundial de rápidas. Foto: Lennart Ootes

Por lo demás, ambos campeonatos fueron apasionantes. Esta fue la clasificación final en el mundial de rápidas:

Además de la victoria de Carlsen, destaca la plata del adolesente Firouzja, el tercer puesto de Nakamura y el décimo del español David Antón, que jugó a un nivel sensacional. Ya es el 33 del mundo, después de subir 13 puestos. Está por delante de figuras como Leko, Karjakin, Navara, Topalov y el propio Firouzja.

Mundial de rápidas femenino:

La india Humpy Koneru se mostró muy orgullosa al conseguir su primer Mundial, después de tantos años persiguiendo el de ajedrez clásico. La mayor sorpresa es el tercer puesto de la turca Ekaterina Atalik.

Mundial femenino de partidas relámpago:

Esta clasificación es algo más convencional, con tres superestrellas en el podio: Kateryna Lagno, Koneru y Anna Muzychuk.

Mundial relámpago absoluto:

Después de la tragedia sufrida por Firouzja (quien pese a todo acabó sexto), el Mundial fue una carrera entre Carlsen y Nakamura, que protagonizó un buen sprint final, suficiente para ganarse el derecho a las partidas de desempate por el primer puesto. Vladimir Kramnik, superviviente otra generación y ya retirado, ganó el bronce con brillantez. El mejor español fue Paco Vallejo, que acabó en el puesto 40.

Hikaru Nakamura, medallista en ambos mundiales. Foto: Lennart Ootes

En el duelo final entre Carlsen y Nakamura, el noruego ganó la segunda partida, con blancas, después de entablar sin dificultades la primera. El campeón del Mundo gana por tanto los tres Mundiales en el mismo año, algo que no lograba desde hace un lustro, y recupera la primera posición en las tres listas Elo. 2020 empezará con un rey indiscutible. Cada vez más voces opinan también que ya es el mejor de la historia. Se admiten opiniones.

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