En cualquier otro deporte el acuerdo sería uno más, pero la FIDE lleva décadas de incompetencia en estos asuntos. Desde que llegó Arkady Dvorkovich a la presidencia los síntomas son buenos, sin embargo, a pesar de sus vínculos con Vladimir Putin. Ayer, la Federación Internacional de Ajedrez anunció que había firmado un contrato de cooperación con Coca-Cola, socia del Comité Olímpico Internacional desde 1928. Quizá incluso nos libremos de unos ajedrecistas más gordos.
El ajedrez es utilizado de forma continua por las marcas más diversas, gracias a los valores que transmite, pero las Federaciones (la española y la internacional, al menos) casi nunca han sabido cómo explotar esa buena imagen. Por supuesto, hay excepciones, pero este anuncio podría ser el comienzo de algo más ambicioso.
En su comunicado, la FIDE recuerda la larga tradición de cooperación con distintos deportes de la marca fundada en Atlanta en 1886. Es por tanto bastante más antigua que la Federación, que cumplirá 95 años en julio.
La FIDE estima que el acuerdo con Coca-Cola es «un honor» que representa además «una gran oportunidad de promocionar el ajedrez». «El ajedrez no es solo el más popular de todos los juegos, practicado por millones de personas (…). Es también un deporte único que requiere una mente aguda, inteligencia estratégica y un espíritu competitivo para ser el mejor. Estos son los valores que Coca-Cola está comprometida a apoyar con orgullo», dice el comunicado conjunto.
Este mismo año se verán los efectos del nuevo patrocinio, en el Open de partidas rápidas y semirrápidas de Riga en julio, y en el campeonato de Polonia por equipos, a finales de agosto. Si las pruebas salen bien, es probable que sea el principio de una hermosa amistad.
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