Ninguna mujer debería ser excluida de la reproducción asistida. Toda mujer debería tener acceso a la reproducción. Un banco nacional de esperma clasificado. Pero también el hombre, también con independencia de su orientación sexual (en caso de tenerla) debería tener acceso a la paternidad. A la paternidad sin la imposición social de otro constructo social, que en algunos casos resulta imposible Conozco el caso de señores que sólo conseguirán pareja si interviene el Estado. Esto no es una boutade. Yo quiero tener una niña china, no, una no, ¡yo quiero tener cuatro churumbeles del Espíritu Santo como Miguel Bosé! Yo pudiera ser estéril. Yo pudiera ser incapaz de convencer a una mujer. O pudiera ser gay (pudiera, no se me entusiasmen…). ¿Por qué una mujer sí y yo no? Lo dice muy bien mi amigo Ángel del Riego (por goteo): Papá Estado llevado a las últimas consecuencias. Si no puede dejarnos solos ante el dolor, la muerte o la pobreza, tampoco debería dejarnos ante la esterilidad. Ese sólo tenerse a uno, que es morirse más. Morirse de un modo voluptuoso.
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