La política de comunicación de Vox es algo extraña. Está de portavoz, no sé si estival, Buxadé, que es un hombre reñido con el marketing político. No hay que dejarse llevar por el cliché y el prejuicio, pero no es un hombre precisamente telegénico y dotado de gracia expresiva. Aunque lo del CM es peor, la política de comunicación en redes. Ignoro quién la lleva, o quiénes. Mi ignorancia en esto es absoluta, creo que han tenido éxitos, y reconozco que debe de ser difícil manejar la cuestión privados como están de espacio en la gran mayoría de medios. Es decir, quizás haya algo premeditado en ello, en el ruido, pero se percibe una tendencia al envalentonamiento y una propensión al desliz. Hoy, por ejemplo, han respondido a un indescriptible ¿chiste? de El Jueves sobre Ortega Lara, una basura aborrecible, con un tuit equivocado. Está bien, si lo desean, que indiquen quién está detrás, el editor, el responsable, la empresa que edita semejante cosa, pero sobra cualquier alusión al lugar donde está el despacho, al ir o dejar de ir a hacer notar nada a ese señor. Es un exceso impropio que hace feliz a quienes llevan años intimidando y estigmatizando al partido y sus votantes y que además no se corresponde con la actitud de Ortega Lara, siempre de un civismo y orden inalterables. ¿Ha tenido Ortega Lara, que podría dejarse llevar por la ira más furiosa, alguna expresión inapropiada alguna vez? ¿No tiene Vox ya el tamaño suficiente para introducir un poco de matiz, una finura contra ciertos ataques? El tuit deberían borrarlo, o aclararlo, y contar hasta cien. Hay un estilo ya demasiado propenso al meme, a la bravata, y a la beligerancia. Creo que Vox tiene a algunos de los mejores parlamentarios del congreso, y su política de comunicación quizás no necesita ya más simplicidad, por útil que sea, sino un poco menos. Reflejar eso que son.
Necesita sentido del humor, ausencia de ira, cintura, capacidad para revelar la radicalidad ajena… virtudes trumpistas. Trump era y es humor (y en la última campaña, además, amor). ¿No son las virtudes del sentido común?
Hay algo asombroso: después de horas siendo acusados de incitar al odio en el asesinato de Samuel, que es algo de una gravedad terrible y para demandar a mucha gente (les animo a ello), llega esa página de El Jueves y, lejos de calibrar un poco su condición de víctimas, de valorarla, de manejarla y expresarla, responden con un tuit que vuelca de nuevo la cuestión. Parece un desliz, o quizás sea premeditado, pero cuesta ver en qué les beneficia y cómo es posible que sean tan incapaces de explotar una situación en la que son víctimas objetivas. Parece que no quieren salir nunca de la caricatura a la que les reducen.
La cosa, en cualquier caso, ya no está para memes. Se siente últimamente que estrechan el cerco alrededor de Vox, que se les provoca, y que en cualquier momento, a la mínima, podrían intentar una ilegalización con la que fantasean muchos. Además representan a una parte importante de España, estigmatizada hasta límites incómodos. Una, para empezar, que se siente identificada con el sufrimiento y las posiciones políticas de Ortega Lara. Simplemente se trataría de tener la entereza, la resistencia, y la santa paciencia que ha tenido ese señor. Es decir, una comunicación a la altura de Ortega Lara, que transformara la injusticia en acción política, y no en alarde.
