He leído hoy que el desmán ibérico está en extinción. Corre peligro la especie. La preocupación conservacionista casi se la lleva el lince por completo. El año pasado fue un buen año para el lince, que aumentó su población. Sus muertes son, sobre todo, por atropello. ¿Pero quién se va a ocupar del desmán? Es el animal de más hermoso nombre. El “desmán ibérico” es una mamífero que vive en los ríos, y que tiene un poco de rata, otro poco de topo y el final de la musaraña. Cuerpo de rata, morro de topo y una graciosa trompetilla. La musaraña, prima hermana, pasó a simbolizar todo lo pequeño, intrascendente, como quien se queda mirando una mosca. El desmán tiene ese algo hibridado que nos permite meterlo en nuestro “bestiario centrista”.
La rata topo trompetera es como una quimera de río asociada a una bonita palabra que se dice poco. Podría simbolizar un premio anual a la barrabasada nacional, y entregarse en forma de graciosa silueta.
Pero para eso ha de sobrevivir la especie.
