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Asimetrías colchoneras

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En las noticias de hoy han difundido el audio que uno de los imputados por el asesinato del hincha del Dépor mandaba a un amigo. Había en ello algo llamativo y espeluznante. Ese sadismo teenager, hasta un poco kronen…
El tono. Hablaba como un tuitero. “Puto tal, puto cual”, pero con una dicción incluso un poco pija. Muy de Madrid. “Fue muy vasto” (?). Le faltó decir “Fue HAMOR”. Al fin y al cabo, era un chaval, un menor. Pero recordé la conmoción de esa mañana, no tan lejana. El individuo alardeaba con gran frialdad de lo sucedido. “Somos dioses”. Algo así.
Me quedé pensando en todo lo que se dijo en días después: abolición de todo tipo de fondos, insultos, fin de los ultras, nada de grupos, etcétera…
Yo no sé realmente qué se hizo de todo eso, pero me atrevería a pensar que la cosa pasó relativamente rápido. Es más, yo creo que duró diez días. Me encantaría estar equivocado, pero hablo por experiencia propia: yo también me olvidé.
Hoy me encontré una noticia graciosa, jocosa sin más, sobre los buscadores de google en Madrid. El Madrid, “piperos” (algo me suena esto); los del Atleti, (“corazón y garra”). Es una broma, sí. Sí… but maybe, como diría Louie C. K., maybe, volvemos a encontrar lo que creo ha sido una constante en el trato a los dos clubes. Hice rápidamente la conversión: ¿y si fuera al revés?
Es innegable que el ambiente en el Calderón es puro fútbol, y que con Simeone la comunión con el equipo ha crecido (a veces, un gesto suyo enciende a la masa como un director a un coro, es digno de ver). Es fútbol antiguo, algo extraordinario, sí, pero encuentro que la prensa, la nacional, la madrileña y también la extranjera es desigual en el trato. Ese ambiente del Calderón no es por los ultras, no es solo ultra, claro que no. No al cien por cien, ¿pero no lo es en un porcentaje mínimo, en alguna medida?
¿Ese ambiente ruidoso, esos coros, esa violencia ambiental contra el rival no debe algo, algo, siquiera remotamente a los tradicionales fenómenos ultras?
En esta cuestión, me van a permitir, soy bastante incrédulo, y creo que el nivel de crítica del periodismo deportivo y no deportivo es mínimo o directamente nulo. La prensa deportiva es muy colchonera, y bien que está. Pero después de ese audio alucinante, quizás la tarde estaba para reeditar el espanto.
¿Podría tener el Madrid una grada así? No. Ya no. Ni falta que hace.
¿Podría el Madrid presumir románticamente de garra, ambiente y fidelidad gritona con un bagaje así? Tampoco.
Dicho lo anterior, mi tuit “corazón, garra y uno en el río”, no es muy afortunado (pocos tuits lo son) porque pudiera dar a entender, a alguien predispuesto a pensar algo así, que el Atleti y su afición, en conjunto, tienen una responsabilidad en lo sucedido. Y nada más lejos. Pero el Atleti, como todo, entidad y “pópulo”, al menos como cuerpo que ha alojado sin querer ciertos microorganismos, creo que se quedó con la autocrítica por hacer.
El Bernabéu parece la ópera, sí. ¿Y eso es mejor o peor, dadas las circunstancias?
Dicho lo anterior, y como obligan estas casos: tengo muchos amigos del Atleti, y su fantástica historia, y sus actuales éxitos no los voy a descubrir yo ahora.

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