Sábado por la mañana, dÃa nublado y pocas ganas de hacer nada. Asà que, aprovechando un cheque regalo de unos conocidos almacenes (me encanta esta frase porque todos sabemos que son El Corte Inglés) nos fuimos a darnos un pequeño capricho. Entre ellos, algún regalo para Doña Tecla. Asà que nos fuimos directamente a la sección juguetes. Iba ella toda chula con sus chanclas (de las que se enganchan también atrás sino ya me dirán) y paseando su culo de izquierda a derecha mientras servidora vigilaba que aquello no se convirtiera en un manantial (no tenemos la operación pañal para nada superada) Pasaba ella por la sección de “niñas”, todo en rosa rechamante y lleno de horrorosas muñecas por no hablar de la insoportable Barbie que siempre está ahà para recordarte tus humanas caderas (pero ese es otro tema). El caso que ahà iba mi doña Tecla cantando: chino, chino, chino, chino (no me pregunten por qué pero cuando está contenta canta eso con esa letra tan original y variada) y sin hacer caso alguno a las muñecas. De repente se pone brazos en jarras, pone morros y finalmente hace puchero.
-Papá, ¿dónde están los toches?
Acabáramos. La niña, que no sabrá controlar los esfÃnteres pero de tonta no tiene un pelo, querÃa los toches y no chorradas varias en “pik” (asà llama ella al rosa). Asà que nos fuimos para la sección masculina que también, como no podÃa ser de otra manera, está cargada de estereotipos: a saber. En esa sección está todo lo que, se supone, tiene que ver con el mundo masculino. A saber:
-Todo lo que tenga motor y haga fuerte brrrrrrm brrrrrrmmmm. Se desconoce el motivo cientÃfico pero es sabido que tener testosterona y ponerse contento al escuchar ese ruido es todo uno.
-Malos muy malos con cara de fieras
-Pelotas de todos los tamaños. ¿Por qué será?
-Espadas, armas y utensilios para quitarle la vida a otro.
-Super héroes (casualmente siempre rescatan a chicas en problemas)
-Aviones (también hacen brmmmm brmmm)
-Y, como no, todo lo que tenga que ver con las equipaciones futbolÃsticas. Se llevan la palma la selección española, el Madrid y el Barça.
Y las de niñas, pues además de lo dicho anteriormente todos los utensilios para la limpieza del hogar, cocinas, cuidado de los bebés…es decir, el sexismo en estado puro desde la más tierna edad. Si eres niña te quedas en casa con la pata quebrada y fregando y si eres un tÃo pues a ver las carreras de los bólidos. Sólo les ha faltado poner una cervecerÃa de juguete con palillos y todo. Te mueres.
Volviendo al tema, doña Tecla adora el brooooooom broooooooom de los “toches” porque su adorado padre, no se sabe si por falta de varón en casa (la pequeña también es niña) ya le ha inculcado el tema motor. Tanto es asà que la niña no sabe contar hasta diez sin equivocarse pero sà sabe distinguir el lamborguini del Porsche. Es más, esta fue su adquisición el otro dÃa.

SÃ, sÃ, un Porsche Cayenne que lo pronuncia divinamente, eso sÃ, dice toche raaaaande (ya saben, ande o no ande). Espera que ahora diga que quiere uno de verdad, juas juas juas, que le explique le padre porque servidora rien de rien.
Claro que pensándolo bien casi mejor que le guste esto que no una princesa de esas memas que están toda la vida esperando en un castillo esperando a que un prÃncipe las rescate que luego pasa lo que pasa, que ni castillo, ni prÃncipe ni rescate.
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