Entiendo el morbo de disparar contra el Gobierno y de convertir cualquiera de sus incidentes en un fin del mundo. Pero lo que yo quiero decirles es que el presidente Rajoy ya es rico. Tiene su vida resuelta, y en cualquier caso tiene oficio, y beneficio; y descontado lo que molesta perder y el inevitable gusanillo de la política, para él, perder las próximas elecciones sería un alivio.
Los que desde su partido y desde su ámbito ideológico tanto juegan a tensar la cuerda de las contradicciones, para comparecer ellos como los ultrapuros, al final van a tener lo que merecen, que es que vuelvan los socialistas.
Aznar no se presenta a las elecciones, Ciudadanos no va a ganarlas, a la derecha del PP no hay nada, y por lo tanto, por lo parodiable que Rajoy pueda parecerte, cualquier voto que no vaya para él, irá a contribuir a que vuelvan los socialistas con sus recetas de la miseria y Pedro Sánchez sea presidente.
Se puede ser más liberal, más patriotero e incluso más socialista que este Gobierno, aunque esto último hay días en que, francamente, resulta difícil creerlo. Pero tiene que prevalecer la inteligencia, siempre. Y hasta los propios socialistas, mientras su partido esté estructurado de esta manera, tendrían que preferir la suave eficacia de Rajoy y conformarse con que Felipe nunca tuvo a un ministro de Hacienda tan severo como Montoro.
El presidente Rajoy ya lo tiene todo hecho, y celebrar la Navidad sin tener que pensar en lo nuestro sería como un regalo de Santa Claus, entregado en mano por el propio Santa, con su trineo. Tú, en cambio, vas mejor de lo que ibas, pero todavía no tienes nada resuelto y hay socialistas al acecho.
De esto, de esto es de lo que va el próximo 20 de diciembre.
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