Detrás de ese cuerpo fuerte y trabajado y de ese look de aventurero lo que hay es mucha cabeza y sobre todo mucho corazón. Álvaro Cuadrado, presidente de Square Ventures, consultora de innovación social y medioambiental que ha desarrollado más de 20 proyectos en 30 países, no es nuevo en esto de la solidaridad. Y sin embargo, esta vez está siendo distinto. “Habíamos trabajado sobre el terreno en terremotos, con personas sin recursos, en lugares sin abastecimiento de agua, pero entonces la enfermedad no era el problema principal. Ahora nos enfrentamos a un peligro diferente, el enemigo, el COVID-19, es invisible”.
Esta crisis sanitaria aguda, con sus evidentes ramificaciones en lo económico y en lo social requiere de mucha ayuda. Álvaro y su equipo han puesto en marcha hace ya semanas la campaña nacional #HambreCeroCoronavirus, con la que están buscando donantes de comida y de productos de primera necesidad para luego distribuirla entre los que más lo necesitan. Son muchos y el número va en ascenso. Una tristeza.
“Comenzamos con solo 50 litros de leche y en dos semanas hemos entregado, gracias al esfuerzo colectivo de donantes y voluntarios, más de 50 toneladas de alimento para cientos de familias, personas vulnerables y servicios sanitarios”. La logística y la estrategia son sus puntos fuertes, y en esta operación son fundamentales. El estado de alarma requiere la gestión de muchos permisos y salvoconductos, y la colaboración con otras instituciones. Y la seguridad es clave. “Es más difícil la entrega por el tema del potencial contagio y el aislamiento. Procuramos minimizar ese riesgo al máximo”.
“Ojalá no hiciéramos tanta falta, pero a la vez es emocionante ver cómo la gente que tanto lo necesita está recibiendo esta ayuda. Su agradecimiento es combustible para seguir impactando. Nos golpea con fuerza la otra realidad que la gente no suele ver, las familias que no pueden dar de comer a sus hijos, las personas sin hogar que ya no pueden acudir a los comedores sociales, o los toxicómanos que llevan días sin comer”.
Iniciaron la campaña dando una solución a un problema real que tenían los hoteles y restaurantes con los excedentes de comida almacenados, pero en la actualidad los empresarios donantes están invirtiendo recursos y ofreciendo alimento no perecedero. Es un esfuerzo colectivo. Solamente en el día de ayer se entregaron 12 toneladas. Que no pare esta fábrica de solidaridad.
Rocío Gayarre
Covid-19ONG