Es una de las profesiones de moda, con salidas laborales interesantes, proyección de futuro, posibilidad de trabajar en grandes empresas y una buena retribución. El profesional formado como desarrollador de videojuegos ha dejado de ser un ‘friki’ obsesionado con personajes de ficción para dar el salto también a otros sectores como la educación, la sanidad o el periodismo. Si te gustan los videojuegos, tal vez tu camino laboral esté… ¡en todas partes!
Una aplicación móvil, un curso de inglés, un tutorial de fontanería, un evento virtual… Cualquier producto interactivo que exista hoy día -desde un simulador de aviación hasta una tienda online- necesita cada vez más la participación de profesionales con conocimientos de inteligencia artificial, programación gráfica, cloud o física. Y siendo así, cada vez son más los desarrolladores especializados, o los jóvenes estudiantes de programación o videojuegos, que abren sus miras laborales a un panorama cada vez más amplio.
Tal vez muchos de los que estudian este tipo de grados actualmente, o incluso de los que llevan años en el sector y buscan cambiar de aires, no se lo hayan planteado, pero un desarrollador de videojuegos tiene hoy día muchas opciones.
La educación, un nuevo terreno de juego
Uno de los sectores donde se ve más clara esta tendencia es el de la tecnología educativa (EdTech). Este tipo de plataformas de enseñanza están creciendo gracias a los avances tecnológicos, pero también a la creciente confianza que los padres y madres tienen en este tipo de experiencias, como complemento y apoyo a las formas de educación más tradicionales. Y en ese camino, necesitan la experiencia que pueden aportar estos ingenieros desarrolladores de contenido.
Lingokids enseña y ayuda a practicar inglés a través de canciones, juegos y actividades didácticas interactivas. Todos esos contenidos se tienen que pensar, diseñar y desarrollar, y para ello cuenta con equipos de desarrolladores de diferentes perfiles: ingeniería y desarrollo de software, arte y diseño visual, game design, animación, sonido y música, etc. Es decir, el mismo tipo de profesionales que necesita cualquier proyecto con contenidos audiovisuales y/o interactivos. La compañía cuenta en la actualidad con 16 personas de estos perfiles, con previsión de contratación de tres personas más hasta finales de 2021.
Para el propio profesional es también un estimulante reto: en estos juegos y experiencias interactivas de contenido educativo tienen que conseguir empatizar y situarse en la mente y la percepción de los niños más pequeños, que pueden desconocer o interpretar de otra manera cosas que los adultos damos por sentadas de cierta manera. Su misión aquí es “ajustar y afinar todo hasta conseguir la combinación perfecta de entretenimiento, educación y valor humano”, concluye el directivo de Lingokids.
Un sector pujante, pero con retos por delante
La industria del videojuego -y por extensión, el panorama laboral de los desarrolladores- vive un buen momento en España, sobre todo potenciado por la inversión y la confianza de las multinacionales. En los últimos años se ha mantenido la tendencia de ver cómo muchas compañías fijan en nuestro país sus estudios de desarrollo para aprovechar el talento y potencial de los desarrolladores patrios, así como la incorporación de estudios internacionales de renombre como King o EA.
Todavía, sin embargo, nos falta recorrido.
Seguramente seguiremos viendo cambios y evolución en este sector que es, por otro lado, tan nuevo.
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