La banca está avocada al cambio. El fintech, las nuevas startups disruptoras del mundo financiero, el block chain, la tecnología detrás del Bitcoin y el cambio generacional, están haciendo que el modelo de banca que conocemos tenga los días contados. No en vano un informe de la consultora Deloitte en 2015, revelaba que el 71% de la generación, denominada “millennial”, prefería ir al dentista que acudir a su banco.
Hablamos con el director de recursos humanos de BBVA, Oliver Fernández-Petrel, durante el último congreso Convergence de Cornerstone, el software para recursos humanos que tanto BBVA, como cientos empresas, utilizan en todo el mundo.
BBVA lleva mas de ocho años en plena transformación digital, preparándose para los nuevos tiempos. Y, por supuesto, se han equivocado muchas veces, una consecuencia inherente a la innovación. También el departamento de recursos humanos se ha transformado, convirtiéndose en el motor de la innovación, ya que la transformación digital es, en realidad, una actitud, y los recursos humanos deben ser los facilitadores de ese cambio cultural que tiene que llegar a todos los niveles de la empresa. Oliver; “en este proceso de transformación, el banco ha terminado redefiniendo qué quiere ser para los clientes. Ha evolucionado a querer acompañar a los clientes en la realización de sus sueños, ofreciéndoles nuevas oportunidades.”
Estos cambios han repercutido en todos los aspectos de la empresa. Por ejemplo, una de las nuevas iniciativas para impulsar la movilidad ha sido crear oficinas abiertas en algunos lugares, sin puestos fijos. Los empleados cuando llegan, ocupan el espacio que queda libre, optimizando recursos. El software ofimático también se ha simplificado, ahora todo es Google Apps. Los proyectos y la comunicación se realizan utilizando herramientas diseñadas por Google que quedan al alcance de todos. Además, las estructuras se han vuelto más ligeras, menos jerárquicas, o lo que es lo mismo más horizontales.
El BBVA se encuentra organizado en una estructura centrada en proyectos, donde aplican metodologías ágiles y design thinking, tratando a cada equipo como si se tratase de una pequeña startup independiente integrada en una gran organización. De esa manera se acortan los ciclos de creación de nuevos productos, de prácticamente un año, a un mes. Así han logrado que, según Forrester, la aplicación del BBVA esté considerada como una de las mejores de banca del mundo. Oliver: “En un mundo donde el 92% de las operaciones son digitales, combinarlas con un asesoramiento personalizado, es un aspecto indispensable para un negocio financiero. Por ejemplo, la aplicación de Cornerstone, estará disponible para los 134.000 empleados, en 17 países, en sólo 5 meses. Algo impensable hace unos años.”
Oliver: “Estamos viviendo una democratización del conocimiento dentro de la empresa. Hay una fiebre por colaborar y participar. Le damos al empleado una autonomía total para elegir sus oportunidades de carrera, mediante un marketplace, y para formarse, es decir, sobre su autodesarrollo. Estamos viviendo una disrupción en la transformación digital, ahora el empleado es el que busca qué necesita y cómo quiere formarse.”
En grandes corporaciones, uno de los puntos a resolver es la coordinación de equipos, y su comunicación, para evitar duplicidades de trabajo en proyectos. Oliver nos cuenta cómo una simple tarjeta de crédito está compuesta de 14 piezas de diseño. Los equipos que las diseñan en cada país cogen el repositorio de piezas compartido por la organización, no hace falta repetir el proceso cada vez.
La banca va a vivir unos años compulsos y sólo aquellos que sepan adaptarse a los nuevos tiempos mediante organizaciones flexibles podrán sobrevivir.
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