Si cuando vas caminando en tu dÃa a dÃa por la calle y te subes en el metro, o en el tren, o incluso vas de acompañante en un coche, y te fijas en un preciso instante en aquello que te rodea en tu rutina, como pueden ser los carteles que te saludan a lo largo de tu recorrido en dónde está la marca del coche que te quieres comprar, o esos edificios que proyectan sobre ti una sombra que en verano se agradece y se ve un rotulo que antes no habÃas visto, o incluso ese bar que frecuentas a diario para tomarte un café y observas que su nombre está compuesto por una serie de caracteres tipográficos que te resultan muy familiares, y no sabes por qué. Yo te lo digo. Porque inconscientemente los tienes interiorizados, porque sin darte cuenta los has ido viendo en todo tu recorrido a diario. Muchos de esos elementos fÃsicos y rutinarios están vestidos -con total seguridad- en un tipo de fuente llamada Helvética. Considerada como la más bella de entre todas las tipografÃas de todo el mundo. Pero ¿por qué?
«Helvetica es un tipo eficaz para uso cotidiano tanto para titulares como para cuerpo de texto, y su éxito se debe a su estupenda legibilidad en todo tipo de situaciones asà como a la profusión con que fue usada durante el perÃodo en que la corriente del diseño internacional marcó la pauta del grafismo durante los años 50 a 60.»
El “culpable” de la creación de esta tipografÃa en 1957, y que funciona más allá de las modas diseñÃsticas fue Max Miedinger (Zúrich, 1910-1980) un tipógrafo suizo, que bajo el encargo de Eduard Hoffmann revolución el diseño tipográfico con unos caracteres sin remates, culminando asà la supremacÃa en Europa del estilo tipográfico internacional. Las caracterÃsticas de este estilo eran la unidad del diseño lograda a través de la asimetrÃa en la composición, el uso de una retÃcula tipográfica y una cuadrÃcula matemática. También estaba asociado a una preferencia por la fotografÃa en lugar de ilustraciones o dibujos. En el predomina la información basada en la claridad, la legibilidad y la objetividad, usando esas tipografÃas sin serif que reflejaban el espÃritu progresista de una época. Algunos de los primeros diseñadores del Estilo Tipográfico Internacional presentaban la tipografÃa como un elemento principal.
La Helvética es un referente del que se ha escrito infinidad de veces. Desde 1957 a 1961 el tipo conservó el nombre del diseño de Miedinger, pero en el momento que la Fundición Stempel adquiere la Fundición Haas, los nuevos dueños deciden desarrollar una serie completa con diferentes pesos, y de renombrarla como “helvética” (en latÃn, “suiza”, adjetivo).
Helvética se ha posicionado como una de las tipografÃas más usadas de la historia. Su éxito se debe a su estupenda escala en todo tipo de situaciones. Pero como nunca llueve a gusto de todos, también tuvo -y tiene- sus detractores, ya que comentan que a tamaños pequeños, “la tipografÃa se comporta de manera defectuosa, fragmentando ópticamente los ejes de lectura”. Varios grandes diseñadores han defendido la Helvética sólo para el uso en titulares y a gran tamaño (entre ellos Wolfgang Weingart y Paul Rand).
El gran salto que el desarrollo tecnológico tuvo con la introducción por parte de Apple del primer ordenador personal con interfaz gráfica en 1984, revolucionó el mundo del diseño: se democratizó asà la accesibilidad a las herramientas del diseño y para el año 1986 Adobe habÃa lanzado una colección de tipografÃas que contenÃa más de mil tipos, incluyendo la Helvética Neue que suponÃa una revisión importante del trazado del tipo original, con una estructura más unificada de alturas y anchuras.
Este año 2017 la Helvética cumple 60 años y el estudio de diseño donostiarra Husmee cumple 10 años por lo que dentro de este proceso de celebración, ha creado y organizado el proyecto para homenajear en su 60 aniversario a la Helvética. Al proyecto han acudido una selección de diseñadores y estudios (20 concretamente) a los que se les pidió que hicieran con total libertad un cartel dedicado a esta tipografÃa. El proyecto buscaba que el resultado general fuera diverso y enriquecedor, en donde se plasmaran las diferentes maneras de pensar, y vaya si se ha conseguido. Entre ellos están el Estudio Pep Carrió, Javier Mariscal, Óscar Mariné, Mario Eskenazi, Toormix y los propios Husmee.
Siempre se agradece este tipo de acciones que dan un aire fresco de creatividad sin la rigurosidad de un cliente, apreciando en el trabajo la comodidad de los diseñadores.
Todos los carteles y la información relativa a este proyecto pueden verse en la web 60th Anniversary Helvetica Typeface, que el estudio Husmee ha realizado para el aniversario de la Helvetica.
ArteDiseñoOtros temasTipografÃas