Como bien sabemos la Universidad es una Institución de enseñanza superior que comprende diversas facultades, y que confiere e imparte los grados académicos correspondientes a la oferta académica que presenta, para aquellos futuros estudiantes deseosos de formarse y empezar una carrera que les lleve a una inmersión en el mundo laboral y desarrollar una determinada profesión.
La época universitaria es una época que para aquellos que hemos tenido el privilegio o la oportunidad de disfrutarla, suele ser prolífica en amistades, estudios, y según qué carreras se estudie, para la buena vida. La familia universitaria es un gran conjunto de personas que forman una corporación compuesta por alumnado y profesores principalmente. Se dice que en el año 859, Fatima Al-Fihri fundó la que es considerada por algunos historiadores como la primera Universidad del mundo. Aún hoy está operativa, la Universidad de Qarawiyyinn en Fes en Marruecos.
Pero como en toda familia, hay una figura que destaca sobre las demás, asumiendo mayores responsabilidades. La figura del rector o rector magnificus (de su nombre en latín) es elegido por el Claustro de profesores, o por la comunidad universitaria mediante elección directa y sufragio universal; es el principal responsable de que se cumplan las normas en la Universidad que regenta. Por ello, esta figura del mundo académico es de un gran valor, no solo academicamente sino también institucional, ya que decide sobre aquellos estudios, alumnos o profesores, siendo así un manantial de ciertas intrigas, conspiraciones o incluso muertes, esto último más de un mundo ficción que derive en el género policiaco.
La editorial Siruela ha recuperado el clásico de un género literario en auge como es este. De una literatura entretenida que llega a una masa lectora deseosa de evadirse de la realidad y meterse en la piel de detectives que resuelvan misterios. Siruela aporta una nueva traducción de “Muerte en la rectoría” de Michael Innes, desde el cuidado y el rigor esta nueva edición dentro de su colección Libros del Tiempo, presenta la nueva Biblioteca de Clásicos Policiacos, en la que encontrarán cabida los títulos más señeros del género, desde sus orígenes hasta mediados del siglo XX; algunos inéditos hasta la fecha en nuestro idioma y otros largamente fuera de circulación, en nuevas traducciones y con un atrayente y distintivo diseño en el que no podia faltar el color negro como predominante sobre una ilustración colorida creando un alto contraste y dotando con un áura de incertidumbre y, sobre todo, de misterio.
Michael Innes seudónimo de John Innes Mackintosh Stewart (1906-1994), es escritor de un buen número de novelas policíacas; académico y crítico literario, enseñó en las aulas de la Queen’s University de Belfast y de las universidades de Leeds, Adelaide y Oxford. En 1936, comenzó a publicar la larga serie policiaca por la que hoy es recordado en donde creó al inspector John Appleby. Innes opinaba que la universalmente admirada Serie Negra debería ser incluida en el género de los melodramas y no en el de las novelas, y ello aun cuando no existe entre novela y melodrama una clara línea demarcatoria. En sus relatos todo transcurre con la máxima elegancia y discreción y en este, en concreto, nos traslada a un ambiente universitario, en donde, como es lógico predomina un lenguaje académico del que el propio inspector enviado especialmente por Sctoland Yard no desmerece.
Desde el momento en que el rector del St. Anthony’s College aparece muerto en su biblioteca, el escándalo está asegurado en el campus, y lo que más preocupa al College, de cara al público exterior, pues las únicas personas con motivos para asesinarlo —una legión de excéntricos y grandilocuentes profesores— resultan ser aquellas que tuvieron la oportunidad de hacerlo. Los esfuerzos de sus colegas por ofrecer unas sólidas coartadas que sirvan a la vez para inculpar a sus enemigos académicos, así como sus particulares divagaciones intelectuales, harán que la tarea del inspector Appleby y el agente Dodd no resulte sencilla en absoluto, ya que nada en ese caso es lo que parece a simple vista, ni siquiera la muerte.
Innes llegó a tomar como modelo el entorno docente de los antiguos colleges de Oxford que tan bien conocía para componer una esmerada atmósfera, describiendo a la perfección ese ambiente físico que rodea a un College sumido en la penumbra y el frio, y que pone al lector en situación de alerta, jugando de ese modo con los recursos de la noche y de lo desconocido que hacen que sea una gran trama detectivesca de corte clásico. Trepidante desde el pirmer momento a la par que divertida, incluye elementos de burla de unas costumbres que realizan los eruditos “fellows” (profesores) que componen la comunidad universitaria del ficticio St. Anthony’s College, a unas horas determinadas de la noche, después de realizar el ritual diario de la cena. Una comunidad excéntrica a la par que brillante, “se trataba de una sociedad de hombres de una inteligencia muy por encima de la media, y fuertemente armados de conocimientos. El secreto se escondía entre ellos, y serían necesarias grandes proezas de inteligencia y razonamientos para desvelarlo”.
Con esta novela Innes consiguió crear un texto solido que forma parte de los clásicos de la literatura inglesa, en el que todos los elementos que van apareciendo a lo largo de la trama que trata de desenmascarar el inspector Appleby, son coherentes y totalmente creibles en ese mundo diegético criminal sin grandes pistoletazos, siendo los pocos que hay limpios, y sobre todo, inteligentes, como los que Innes describe.
