Tres enigmas para la Organización

El género policial, está ya totalmente instalado en nuestro panorama literario actual. Después de ir pasando por diferentes niveles e interpretaciones, finalmente es un género que ha puesto sus raíces en la literatura actual, y además, con cierto nivel. Un autor, junto con el que ha ido evolucionando el género, es el genial y satírico Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943). El autor catalán y Premio Cervantes nos trae en esta ocasión su última novela Tres enigmas para la Organización (Seix Barral).

Una loca historia policial que transcurre en la Barcelona casi actual en la que se dan tres tipos de acontecimiento misteriosos que tal vez estén relacionados entre sí, o tal vez no: la aparición de un cuerpo sin vida en un hotel de Las Ramblas, la desaparición de un millonario británico que fondeó su yate en el puerto de Barcelona y no se sabe nada de él y las singulares finanzas de Conservas Fernández, una empresa peculiar que nunca ha subido sus precios.

Aquí entra en acción una singular Organización gubernamental secreta creada en pleno franquismo y perdida en el limbo de la burocracia institucional del sistema democrático. Es una Organización que sobrevive con apuros económicos y en los límites de la ley, con una reducida plantilla de personajes heterogéneos, extravagantes y mal avenidos. Entonces su jefe decide que deben investigar estos tres problemas que en apariencia no tienen relación.

Una Organización curiosa en la que no tienen prácticamente nada, no tienen presupuesto, no tienen móviles, tienen que utilizar cabinas de teléfono que ya no existen, con un jefe pesimista que le hace ser muy tacaño, lo que lleva a sus componentes a ingeniárselas de cualquier manera para poder cumplir sus cometidos.

Una obra ligera, divertida, de tono burlesco, en la que el autor pasa de un detective clásico a otro enfoque en el que no hay un protagonista claro, todo es más colectivo a modo de detectives trabajando en grupo, en este caso nueve. Más fresco, y sobre todo, cargado de buen humor e ironía, enfocando el género negro desde otra perspectiva, pero siempre con la esencial vital del enigma de fondo a resolver.

Una sátira policial, una especie de teatro del absurdo muy de Eduardo Mendoza, en la que se ve claramente una gran libertad creativa que hace sentirse al autor muy cómodo y ello lo transmite al lector, sacándole más de una carcajada -algo que no todo escritor es capaz de lograr-, como con los nombres curiosos de los personajes de Pocorrabo, Buscabrega, Monososo, entre otros, ya que al ser super secreta la Organización, no pueden saber entre ellos sus verdaderos nombres; personajes que hacen que tengan su propio nombre original, no realista e irrepetible, y así consigue que funcionen por si solos.

Una novela escrita a nivel de calle, con un lenguaje en ocasiones anacrónico y a veces inventado, que genera un ambiente curioso y en ocasiones cómico y esperpéntico. Mendoza utiliza un doble juego entre la caricatura y el bufón, llegando a un punto medio en el que el personaje cobra cierta credibilidad dentro de ese mundo burlesco en el que viven sus aventuras pero sin dejar de lado su vida personal con su obligaciones cotidianas, teniendo así una vida doble que no una doble vida.

Unos componentes de la Organización algo incompetentes pero que todos tienen un saber hacer, y entre todos acaban saliendo de apuros y cumpliendo su deber. Ademas, la obra se convierte en comentarios de la Barcelona contemporánea, en la que Mendoza deja hablar a sus personajes como ellos quieran, da vida a sus influencias echando mano del género de misterio, de aventuras, de forma que la obra fluye cual río que baja en calma, pero de la que el lector no tendrá ninguna gana de salir de el para nadar hasta la orilla, ya que irá acompañado entre el disparate, la broma y la reflexión seria, por lo que querrá llegar hasta la desembocadura final de un tirón.

Tres enigmas para la Organización // Eduardo Mendoza // Seix Barral // 2024 // 21,90 euros