El 8 de junio de 1944, un grupo de siete resistentes, dos mujeres y cinco hombres, suben por un sendero escarpado hasta una granja abandonada en la meseta del Vercors, desde donde deben vigilar uno de los puntos de acceso al macizo: el puente de la Goule noire. Se instalan en la granja de los lobos, escenario de un trágico suceso ocurrido cuatro años antes en el que una familia entera, los Aguettaze, fue masacrada por los nazis. Pero, ¿fue una familia entera?
Los protagonistas de esta historia son inventados, pero el escenario y los hechos narrados son muy reales. Aunque la Resistencia francesa es a menudo fuente de inspiración para los autores de cómics, la epopeya de Vercors ha sido sorprendentemente poco abordada. Ahora se ha hecho, y de forma muy hábil con La granja del niño lobo (Planeta Cómic).
La Meseta de Vercors era un valle situado a más de 2.000 metros de altura los Pre-Alpes Franceses situada cerca de la ciudad de Grenoble y que albergaba el complejo turístico de montaña de Villard-de-Lans. Esta zona que orográficamente ofreció un refugio a personas contrarias al Eje como disidentes políticos o judíos, fue un lugar donde pasar desapercibido hasta que en 1942 la Resistencia Francesa decidió aprovecharse del terreno conformado por picos de considerable altitud, carreteras serpenteantes sobre desfiladeros y zonas rurales alejadas de los centros urbanos, para organizar un movimiento partisano que sería conocido como los «Maquis de Vercors».
El maquis del Vercors, sufrió un verdadero martirio durante la debacle alemana de julio de 1944. Fueron un grupo guerrillero fundado por el alpinista Pierre Dalloz que establecieron una serie de fortificaciones sobre la Meseta de Vercors, así como una red de depósitos escondidos con armas y explosivos, además de una pista de aterrizaje improvisada para recibir contenedores de la Fuerza Aérea Real Británica (RAF) y la Fuerza Aérea Estadounidense (USAF) que erigieron en el Valle de Darbounouze. A pesar de que estos partisanos pasaron inadvertidos a la Francia de Vichy durante mucho tiempo porque a corto plazo no supusieron una amenaza seria, sí llamaron la atención de los Aliados Occidentales que desde el 25 de Febrero de 1942 decidieron apostar por ellos.
El guionista Jean-David Morvan nos presenta a ese grupo de siete resistentes que instalan su cuartel general en la granja abandonada. Pero tienen una visita sorpresa y no es alemana: un niño salvaje, superviviente de la masacre de los Aguettaze. Su organización y su creciente camaradería brindan la oportunidad de evocar, en flashbacks, diferentes aspectos de la Resistencia de la época, antes del clímax con el fatal asalto de la Wehrmacht.
Este cómic es una evocación histórica y un ejercicio de memoria; admirablemente narrado, con gran maestría y madurez documental, por el experimentado Morvan, el cómic cierra su virtuosos círculo con talento dibujado del argentino Facundo Percio. Sus lápices, con toques ahumados y trazos firmes y fuertes, juegan con una partitura visual sorprendentemente realista y unos rostros expresivos complementados por los colores ligeramente desvaídos de Patricio Delpeche y que desempeñan un papel esencial en la creación de una atmósfera opresiva y tensa.
Percio utiliza el carboncillo y el pastel para crear un aspecto crudo y visceral. El artista ha trabajado junto a Alan Moore, por lo que sabe bastante sobre la oscuridad. Con un estilo suelto, esboza rostros en primer plano, así como el relieve atormentado de las montañas a toda página o escenas de masacres en planos largos.
A menudo, tendemos a reducir la Resistencia a De Gaulle. Con un cómic como éste, Morvan, Percio y Delpeche rinden homenaje a los resistentes por dentro, a esas pequeñas historias ocurridas durante la guerra y que suelen pasar algo desapercibidas, mostrando sus sacrificios y los daños colaterales… Si Vassieux en Vercors es uno de los cinco municipios galardonados con el rango de la Liberación (junto con Lyon, Grenoble, París y L’ile de Sein), es la memoria de toda una región la que se honra gracias a este álbum. Una lectura fascinante, enriquecedora y memorable.
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