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Blogs Fahrenheit 451 por Pablo Delgado

El racional perro filosófico

Joann Sfar y Christophe Blain consiguen crear a través de la figura del perro, un Sócrates incisivo para la mente de su amo el todopoderoso Heracles

El racional perro filosófico
Pablo Delgado el

Heracles era un héroe de la mitología griega. En Europa Occidental, es más conocido como Hércules, el hijo de Zeus y Alcmena, hijo adoptivo de Anfitrión y bisnieto de Perseo por la línea materna. Se trata del más célebre de los héroes griegos, ya que es el paradigma de la virilidad y el adalid del orden olímpico. Su extraordinaria fortaleza es el principal de sus atributos, pero también lo son el coraje, el orgullo, cierto candor y un formidable vigor sexual.

Revisitar la mitología y los clásicos griegos en donde se relataba un hecho generalmente de un héroe el cual pasa por un secuencia de hechos catastróficos, nunca deja de sorprender. Aquello por lo que a nosotros nos parece algo novedosos, hace miles de años se relataba ya. Mitos, héroes, aventuras, pensamientos filosóficos, intrigas, raptos, sexo, y mucho más, es lo que llegan a tener esas historias contadas hace miles de años y que de vez en cuando nos acercamos ellas, ya sea a través de textos académicos o a través de adaptaciones originales que hacen más asequible ese pensamiento y esos textos al lector actual.

El cómic es perfecto para adentrarse en ese mundo enriquecido, cargado de imaginación o hechos que pudieron haber ocurrido. Una de las obras más singulares y poderosas que ha dado el cómic francés en los últimos y años y que a España llegó de la mano de la editorial Fulgencio Pimentel es Sócrates. Realizada por Christophe Blain (Argenteuil, 1970) y Joann Sfar (Niza, 1971), es una obra que quedó marginada bajo la perspectiva y la interminable secuencia de clásicos que sus autores entregaron a los diarios entre los años 2001 y 2009. La serie está ambientada en la Antigua Grecia, cuna del pensamiento occidental y, sobre todo, de toda la mitología que entrelaza lo humano y lo divino atribuyendo a los dioses pasiones muy terrenales.

Sócrates es el perro de compañía de Heracles, es la mesura y el raciocinio, mientras que su amo es la fuerza. Allá donde va el semidiós su perro va detrás, pero no es un perro cualquiera, es un animal que piensa por si mismo, que reflexiona, y sobre todo, habla. De la pareja que vaga por las tierras, es el que intenta imponer algo de cordura y raciocinio a las acciones Heracles, en las que recurre continuamente a la fuerza para conseguir sus propósitos, ya sean comida o sean mujeres, buscando siempre satisfacer un deseo innato de búsqueda de placer y felicidad junto a la observación de unas reglas morales que concedan sosiego a su alma. Pero a Sócrates le conmueve, le inquieta y angustia, la soledad; la de quedarse solo ante el mundo, por lo que por mucho que piense y reflexione, aflora uno de los instintos más innatos en muchos seres vivos, el miedo a dicha soledad.

Un cómic que cuenta historias, revisita y reinterpreta la mitología griega, como La Odisea, dando cabida a personajes como Ulises o el gigante Polifemo de un sólo ojo al que atribuye el nombre de Homero. Guiños que incluso dan lugar a un sentido del humor proporcionando otro punto de vista sobre la sexualidad de los héroes. Historias que además cuentan nuestro lugar y nuestro destino en el mundo. En donde da cabida a ese conflicto entre hombres y mujeres, entre el deseo y la voluntad, mostrando Sócrates esa actitud de los hombres dominantes sobre las mujeres que son dominadas en abundante dosis de misoginia explícita que expresa la idea de que el hombre desea ser dominador, pero que este deseo no conducirá al verdadero amor, sino a una perdición, ya que solo se podría alcanzar renunciando a la pasión y al narcisismo representados en la figura de Heracles.

Tiras gráficas que han surgido de «una mente que se hace preguntas, de un hombre que se cuestiona el mundo que lo rodea y trata de encontrar respuestas que lo acerquen a la felicidad antes de la muerte», apunta en su epílogo Alberto García Marcos. El ingenio y el conocimiento impregna esta magnífica obra junto a las líneas tenues que se combinan y pliegan para transmitir expresión en una paleta de color casi minimalista pero lo suficientemente expresiva para evocar esa viveza que puede llegar a tener lo clásico, impregnando de una calidez y sencillez cada una de sus páginas.

Blain y Sfar consiguen con Sócrates, transmitir la capacidad de una mensaje visual claro, empleando el tono adecuado dirigido al público objetivo adulto y a aquel que se está convirtiendo en tal. Involucrando al lector aún más en la narración, utilizando un tipo de viñeta cuadrada y convencional que mantiene a raya al lector, añadiendo un nivel intelectual secundario a la narración ya que se esfuerza por alcanzar otras dimensiones sensitivas.

En definitiva, es un cómic, polivalente, en el que se puede interactuar como si fuera una obra de aventuras o filosófica, provocando emociones diversas en el lector y elevando la historia al arte secuencial, consagrando una emulación de la experiencia real o vivida, siendo así un dibujo e historia de calidad en su ejecución gráfica como narrativa.

Sócrates //  Christophe Blain y Joann Sfar // Fulgencio Pimentel // 2018 // 24 euros

 

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