A vista de boomer

No, no son los chicles boomer, esos ladrillos de goma de mascar en los que la generación de los ochenta nos dejábamos las muelas. Los boomers, actualmente en España hay más de 12 millones de personas, una generación que llegó con un retraso de medio siglo, a partir de los años cincuenta. Son aquellos hombres y mujeres que vivieron el éxodo del campo a la ciudad, empezaron a disfrutar de vacaciones en la costa o se compraron su primer coche. El momento clave para empezar a ser considerado un baby boomer es el año 1945. Este año terminó la Segunda Guerra Mundial… y eso tuvo su efecto sobre las cifras de natalidad. A partir de dicho año, se produjo una auténtica eclosión en los nacimientos de todo occidente y los boomers se multiplicaron como moscas.

En España, este boom se retrasó unos años más y los boomers no llegaron hasta los años 50. Fueron los primeros en vivir en paz y en un período de bonanza tras la postguerra española, pero también vivieron la dictadura, la guerra fría, la transición, además de la movida, los primeros ordenadores, la incorporación a la Unión Europea. A los boomers se les suele achacar una independencia, y una confianza en sí mismos y en sus habilidades, que parece que se ha ido perdiendo a lo largo de las décadas en parte de la sociedad actual.

El dibujante mallorquín Bartolomé Seguí (1962) ha publicado recientemente Boomers (Salamandra Graphic) un cómic que nos acerca desde su punto de vista a parte de esa generación boomer que en la actualidad vive un gran cambio, ya que se acerca (si no lo está ya) a la jubilación; por lo que se plantea diversas cuestiones: como es principalmente el paso del tiempo, la nostalgia de un tiempo vivido y plantearse un futuro y vivir el presente. A través de su personaje Ernesto que va a cumplir sesenta años, para  alguna parte de la sociedad es considerado un anciano, pero realmente con los avances de la medicina actual y con una vida saludable se le puede considerar en el siglo XXI como una persona joven que todavía le quedan por delante muchos años que vivir.

Ernesto es reacio a dejarse aplacar por el desánimo y la monotonía, por lo que emprende un viaje en solitario tanto físico como mental al pasado, en busca de las claves para el futuro. Entre Mallorca y Barcelona, y entre pensamientos y recuerdos, el protagonista reflexiona sobre el paso de los años y sus consecuencias. Rememora conversaciones de sobremesa con sus amigos, en las que se recogían las preocupaciones de una generación frustrada por todas las promesas que su juventud auguraba, pero no cumplió.

Con su pareja Lola, Héctor y Rita, y César, Ernesto comparte todas las inquietudes y pérdidas de una generación sobrepasada, pero también el anhelo de disfrutar de los años que les quedan en un mundo que no se adivina tan feliz como pensaban y sobre todo, cómo lo están dejando para sus hijos. Son una generación que ha vivido muchos cambios y que han sido capaces de adaptarse a ellos, sobre todo, al tecnológico.

Con una dilatada carrera y Premio Nacional de Cómic 2009, Seguí es uno de los autores de cómics e ilustrador que mejor acerca la sociedad de nuestro país a través de un costumbrismo gráfico en el que adopta una posición intrínseca, de participación viva, de compromiso, una actitud complaciente que registra mediante sus lápices todo el conjunto de usos y costumbres de la época que busca transmitir o de parte de ella.

Un cómic amable, retrospectivo casi con tintes autobiográficos que hace plantearse al lector de una forma locuaz e inteligente el paso del tiempo, el posible miedo al futuro y cómo afrontar los próximos retos, todo ello acompañado de una gráfica clara, realista y concisa, cargada de color y muy buenos detalles.

Unos retos en los que todos somos responsables de nuestro desarrollo y empleabilidad hasta nuestra jubilación por lo que es necesario seguir aportando un valor a lo largo de nuestra vida profesional, tanto por cuenta propia como ajena y mantenernos en buenas condiciones de salud: gestionando las emociones para el tránsito a una nueva realidad profesional o no profesional, o como hace Ernesto, seguir conectado al trabajo y la vida por cuenta propia desde el talento y la experiencia y plantear generar nuevas competencias necesarias para ser empleables en el siglo XXI, o simplemente optar por quedarse en la monotonía del día a día y ver cómo pasan esas horas y así vaya acabando ese día y venga otro nuevo.

Boomers // Bartolomé Seguí // SALAMANDRA GRAPHIC // 2023 // 20 euros