Una de las lagunas más evidentes en nuestra Historiografía sobre la Armada es la referente al siglo XX, y muy especialmente al período de la II República, desde su proclamación hasta el inicio de la Guerra Civil, corto pero de gran interés por asistir además al rápido incremento de las tensiones que llevarán a la II Guerra Mundial. Cubrir ese relativo vacío de forma tan completa como rigurosa es el propósito de un nuevo y excelente trabajo.
Hasta ahora y en buena medida, por lo que se refiere a España, el interés se ha centrado en las operaciones navales de la Guerra Civil, con pocas miradas hacia la etapa anterior, y por lo general, demasiado rápidas, esquemáticas o muy parciales ideológicamente.
En los primeros años, el interés de los gobiernos republicanos estaba más por contener el gasto militar y racionalizarlo que en nuevos proyectos de desarrollo, junto a la tarea de asegurarse la lealtad política hacia el nuevo régimen por parte de los marinos. Y en un mundo marcado por las conferencias internacionales de desarme, para evitar una nueva “carrera naval”, como la previa a la “Gran Guerra” aquella parecía una postura racional, teniendo en cuenta además la terrible crisis económica de 1929, cuyos efectos se dejaron sentir mundialmente durante toda la década siguiente.
Aunque ya un tanto obsoletos, se planeó modernizar los dos acorazados “España”
La situación, sin embargo, empezó a cambiar al ritmo que las tensiones políticas y sociales empezaron a apuntar hacia el peligro de una nueva confrontación bélica en Europa y Asia a partir de mediados los años treinta.
Para España, con algún paralelo con la situación anterior entre 1904 y 1914, el eje de la estrategia defensiva se centraba en el Mediterráneo, de nuevo con la rivalidad franco-italiana y más con el nuevo rumbo de la política del país latino, dirigido por Mussolini.
Así se sucedieron rápidamente tres planes navales, los de los ministros de Marina Rocha, de marzo de 1934, que solo se cumplió en muy escasa medida, de Abad Conde de justo un año después, que quedó en el papel, y finalmente el más completo y serio de Giral, de junio de 1936, de nula vigencia por el ya inminente estallido de la guerra civil, pero sin duda el mas ambicioso y racional.
Es muy interesante el análisis sobre ellos, especialmente el hasta ahora desconocido de Giral, bien asesorado por excelentes profesionales, tanto por los medios proyectados como por la atención, tantas veces no valorada en sus decisivos términos, concedida a las infraestructuras, como bases, arsenales, industrias suministradoras, entrenamiento, equipos y munición. Completado por supuesto con los buques proyectados y sus tipos, mas pensados para una defensa eficaz que para proyectos ofensivos, orientación muy acorde con los planteamientos republicanos en política exterior. Por eso se renuncia a la construcción de grandes unidades (salvo para su modernización en su caso) y se apuesta por destructores, submarinos, lanchas torpederas y guerra de minas, con minadores y dragaminas.
La flotilla de submarinos en su base de Cartagena
También se dedica en la obra todo un capítulo a los problemas de personal, verdadero campo de batalla de ideologías muy diversas, que se radicalizaron con algunas reformas poco meditadas, como la supresión de la Infantería de Marina, o que supusieron motivos de enfrentamiento interno, bien fuera por las esperables resistencias a los cambios, incluso de los razonables, en cualquier institución, la frustración de otros por no ver sus expectativas rápidamente satisfechas y por la influencia de organizaciones políticas, traducido finalmente todo ello en un crecimiento del malestar interno y en la pérdida progresiva de la imprescindible disciplina.
Todo un hito no debidamente aprovechado: el autogiro de La Cierva en el primer Dédalo.
Todo este nuevo y muy sugeridor análisis viene avalado además por el autor, Doctor por la UNED con la tesis que sirve de base a este libro y Máster Universitario de Paz, Seguridad y Defensa, entre otros títulos y publicaciones, reconocimientos académicos a los que une su condición de militar, pues es oficial de Infantería de Marina, con la experiencia de despliegues en Bosnia y Líbano, por dos veces en ambos destinos.
La Marina de Guerra de la Segunda República, Autor: Adolfo Morales Trueba, editorial ACTAS, Madrid, 2018, 466 páginas, ISBN: 978-84-9739-180-1
Índice del libro:
I Parte.- El escenario y la dimensión de la Política Naval española de los años treinta.
I. Las consecuencias de la Primera Guerra Mundial y el contexto naval.
II. El desarme y rearme naval de los años veinte y treinta.
- El contexto internacional y la política exterior republicana.
- Las dimensiones de la Política Naval de España en los años treinta.
II Parte.- La Armada que llegó a la República
- El desarrollo de la Armada en el primer tercio del siglo XX.
- La evolución de la organización en el primer tercio del siglo XX.
III Parte.- La Marina de Guerra republicana.
VII. La política económica y presupuestaria y el poder naval.
VIII. La organización de la Marina de guerra republicana.
IX. El personal de la Marina de guerra republicana.
X. La fuerza naval.
XI. Las bases navales.
XII. Los programas navales republicanos.
Conclusiones, Anexos, Fuentes y bibliografía.
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