“Pour que vive la liberté, il faudra toujours que des hommes se lèvent et secouent l’indifférence ou la résignation”
En la mitologÃa griega Hermione es la hija de Ménélas y Hélèna quien a su vez era hija del Oceáno. Hermione, la nieta de Océano….
CorrÃa el año de 1778. La corona francesa ordena la construcción de cuatro fragatas rápidas en el astillero naval de Rochefort. Tras 11 meses de trabajo febril en los astilleros, los barcos comienzan salir a la mar. De las cuatro naves hermanas, una de ellas, denominada L’Hermione, serÃa la encargada de transportar a Gilbert Motier, más conocido como el marqués de Lafayette, a una de las misiones más importantes de la historia universal contemporánea. El nacimiento de América. Y ese nacimiento se dió cabalgando sobre las olas del mar, como muchas de las historias que en el pasado dibujaban el nacimiento de nuevos paÃses. El marqués en ese entonces tan sólo tenÃa 21 años de edad. A los 19, ya se habÃa ofrecido voluntario en las fuerzas armadas coloniales, y regresaba a Francia con un objetivo claro. Conseguir que Luis XVI apoyara a la causa rebelde. Y lo consiguió. Con su corazón encendido por la causa, llegarÃa a Boston, a bordo de la L’Hermione, 38 dÃas después de su partida de puerto Francés , trayendo con él la noticia del compromiso total francés con la causa norteamericana. La biografÃa de Lafayette se torna en apasionante. Aquel hecho significarÃa un antes y un después en la historia Europea. Y una historia que venÃa de la mar, como muchas de las historias importantes del mundo por aquellas fechas.
Para recordarlo, dentro de dos meses, en abril de 2015 y tras un perÃodo de pruebas en el mar, la fragata Hermione zarpará con destino los EE.UU, para repetir la gesta que antaño realizó aquel joven francés que prenderÃa buena parte de los ideales de la libertad en la tierra americana. ¿Que mejor manera de recordar un hito histórico que conmemorarlo tal y como fué?. Que apasionante oportunidad para los que aman la historia marÃtima y sus principales embajadores. Sus barcos. El viaje se iniciará desde la desembocadura del rÃo Charente, en Port des Barques, de la misma forma y en el mismo tiempo como hizo Lafayette en su momento, abordando el 10 de marzo de 1780, aquella nave que se ponÃa ante él y que fue construida expresamente para viajar velozmente al otro lado del océano. Tal y como ocurrió en su momento, se espera que la travesÃa del Atlántico dure en torno a 27 dÃas en total. Muy similar a lo que aconteció la realidad, antes de tocar tierra en Yorktown, Virginia. Tal y como hizo. Y tenemos hoy en espejo de navegantes a un protagonista, como nos gusta en este blog, a un barco llamado L´Hermione.
El nacimiento de la fragata L´hermione; un proyecto de divulgación y de historia
El arsenal marÃtimo de Rochefort siempre ha sido un lugar de transferencia y de innovación tecnológica. El mismo ha sido el centro de operaciones y la base de este singular proyecto que hoy contamos en espejo de navegantes, y sobre el cual no nos cabe otra cosa más que felicitar a sus protagonistas. Desde la pasión por la mar, desde otros paÃses, porque en este proyecto de la reconstrucción de esta fragata francesa de marina y guerra, el talento y la ciencia atesoran una historia que merece ser contada, al menos en este blog especializado en temas navales y marÃtimos en España.
En Rochefort, se desarrolló y experimentó notablemente con el cabestrante, con los diques de carena en gradas, la artesanÃa mecánica y con el primer submarino francés. Todo esto, hasta que los lodos del rÃo, y la evolución hacia la naves de acero con mayor calado, dieron al traste con la ida y venida por aquel rÃo, de barcos que provenÃan de aquel astillero protegido por la mar. En la actualidad, junto al dique donde se construyó la réplica del Hermione se construyen elementos de última generación del proyecto Europeo Airbus. Cuestión de tiempo y de espacio. Rochefort siempre junto a las vanguardias.
La Hermione no es una simple réplica. Más que una reconstrucción la obra es una recuperación técnica de la época, que exige una investigación profunda de como se pudo hacer aquella fragata en aquel tiempo. Este trabajo de exploración de saberes y técnicas, particularmente interesante y apasionante para los arqueólogos e historiadores del momento, supone un hecho singular en el mundo. Un proyecto, dada su complejidad y por sus resultados, que tenÃamos especialmente ganas de narrar aquà en espejo de navegantes. Unos resultados que ha ido acompañados siempre de la mano del entusiasmo por el pasado y por la historia. Sin él, este proyecto nunca se hubiese llevado a cabo. De los 15 millones de euros del coste total de la construcción de la Hermione, casi las 3/4 partes estaban amortizados antes de terminar su construcción. Y todo, gracias al apoyo del público, que con una media de 250 000 visitantes al año, llegaron a alcanzar finalmente los 3,7 millones de visitantes. Una cifra de visitantes alta incluso para un museo tradicional. Sin lugar a dudas otro de los éxitos de este proyecto de memoria naval. Y tras esas visitas, se encuentra el trabajo de una serie de asociaciones de expertos navales, de gente de la mar, de curiosos por la historia y de carpinteros de ribera. En definitiva toda una sociedad civil que giraba en torno al proyecto de la Hermione. Tras su interés por el pasado marÃtimo de sus ciudadanos, vendrÃa el apoyo también de las autoridades locales de la Ciudad de Rochefort y el Departamento de la Charente-Maritime en Región de Poitou-Charentes. El fabuloso trabajo de la asociación Hermione, que consta de miles de asociados, es un trabajo loable a ser conocido por todos. En otros paÃses, incluido España, con amplia tradición marina y naval tenemos mucho que aprender de esta historia.
 El sÃmbolo
El 4 de mayo de 1781, buena parte de la comitiva del congreso americano fue acogido, como si se tratase de su casa, a bordo de la Hermione. En su cubierta se pudo anunciar la crucial victoria de Chesapeake ante los británicos. Victoria naval que precedió a la de tierra el 19 de octubre 1781 y que fue determinante para la independencia de Estados Unidos. El Hermione está Ãntimamente ligada a la evolución de la guerra de Independencia americana para siempre, era como recordar el papel que tuvo Compiegne en la I guerra mundial. Aquel sÃmbolo, conocido por una serie de amantes de la historia no podÃa, no debÃa ser olvidado. Y asÃ, movidos por el mismo espÃritu que contiene espejo de navegantes, el de no olvidar nuestro pasado marÃtimo, lo que empezó con un profundo debate sobre la posibilidad de construir este sÃmbolo, terminanco con un proyecto que se ha hecho realidad.Una idea que evocaba el mismo espÃritu del “¿por qué no?” de Lafayatte. Con el proyecto”Hermione, La fragata de la libertad” , la asociación Hermione, junto a la sociedad Assalim y diferentes instituciones Francesas y Norteamericanas hermanadas (en donde la fragata ha servido de nexo de unión) han hecho posible construir, tal como era, de forma minuciosa y milimétrica. Y el mensaje que los organizadores de tan ilusionante proyecto lanzan al mundo (porque realmente este reto es mundial, ya que construir una fragata de estas caracterÃsticas, es un proyecto que muy pocos pueden realizar de manera fidedigna), merece la pena ser conocido. Una serie de lemas, nos dejan para el presente bien claro la fortaleza de este proyecto. Con determinación dada, cualquier cosa es posible…Para simbolizar y reavivar a través de la Hermione los lazos Ãntimos entre Francia y Estados Unidos, y el espÃritu de libertad que los sostiene…Para celebrar el valor de la artesanÃa impecable, la base firme de la reconstrucción auténtica de la Hermione…A través de este, para crear una duradera legado educativo que será accesible a las generaciones de los jóvenes Americanos que quedan por venir.Para demostrar el valor inestimable de la historia, el presente y el futuro, y para demostrar que puede ser una fuerza viva en el aumento de nuestra comprensión del mundo.Para dar vida a la memoria del marqués de Lafayette que encarnaba este espÃritu.
La anatomÃa de un sueño
Además del sentido cientÃfico y del carácter investigador que supone la fragata Hermione, uno de sus mayores atractivos es considerar a la construcción de esta nave como un gran proyecto de ArqueologÃa experimental. En el ámbito marino y naval, la construcción de una nave del pasado tratando de replicar o reproducir el modelo tal como era, tiene una importancia especÃfica. Dar vida a los objetos de vida cotidiana, asà como dar a conocer las caracterÃsticas culturales de una determinada sociedad de una forma muyr directa, visual, con un marcado fin didáctico y cientÃfico es apasionante. Desarrollar talleres de recreación histórica y arqueologÃa experimental para los visitantes con el fin de ayudar a la comprensión de la Historia, es de un sentido común y de una sensibilidad impresionante. Acercar a los ciudadans y a los visitantes la historia de esta forma, siempre es todo un acierto. A este propósito recuerdo la reciente posibilidad que el museo naval de Madrid, acogió con la excusa de la restauración del cuadro de la batalla de Lepanto de la sala de los Autrias, donde se permitÃan conocer en directo el trabajo de los profesionales, conservadores y restauradores de pintura sobre el lienzo. Es por todo esto un privilegio poder conocer desde el primero momento el nacimiento de una fragata de guerra y de mar desde el punto de vista de la arquitectura naval. Los arqueólogos pueden conocer mejor las naves que estudian. Los carpinteros recordar la construcción de antaño, aquella de la que hablaban los antiguos, y los padres de los padres, para asàenfrentarse a un reto a la altura de su vocacional profesión. Los Ingenieros navales, una posibilidad única de renacimiento de una nave que ya no surca los mares, ni surcará, a excepción de su creación. Los mares.
Y asÃ, el sueño de la asociación Hermione, comenzó estableciendo una maqueta del l’Hermione en la Double Forme.Escuchar a los astilleros y carpinteros de ribera cuand, y como hacen esta maqueta, que les sirve de modelo, es toda una maravilla para el historiador, el arqueólogo o el curioso que quiera conocer como nace un proyecto de estas caracterÃsticas. Recuerdo perfectamente a este propósito las conversaciones, desde la experiencia, de estos carpinteros de ribera, en la ciudad del Sur de España y a orillas del Mediterráneo en la que vivo. AllÃ, en uno de esos ancestrales museos vivos que son las carpinterias de ribera, en este caso uno de los pocos que quedan en nuestro paÃs llamado astilleros Nereo, es toda una clase magistral poder escuchar como se dibujan las lÃneas de estas naves del pasado al ser confeccionadas en el taller, con lápiz y papel. Para ser luego trasladado al ordenador. En el caso de la fragata Hermione, toda su construcción ha supuesto un importante acontecimiento no solo para la divulgación. Sino también para la ciencia.
Y asà es posible apreciar los espacios que ocupará la fragata desde el primer momento. El 4 de julio de 1997, fecha pensada de manera expresa (por aquello de la conmemoración americana) la bandera que señala el comienzo de la obra se iza en la puerta del arsenal. El mismo dÃa, el conjunto del eje se coloca sobre la base de la nave, disponiendo la quilla, formada por tres piezas, de más o menos 14 metros de largo cada una, asà como la falsa quilla y la contraquilla. Desde el primer momento se produce la apertura al público que podrá ver paso a paso como se construye la fragata. Poco despues nos encontramos con la colocación del peto de popa, una de las piezas más elegantes a pesar de sus 4,3 toneladas de peso de la fragata, que en su desnudez original evoca la cola de una ballena. Y asÃ, una tras otra van colocándose las sucesivas cuadernas, ensanchándose una tras otra a medida que se aproximan al centro de la fragata, dejando ver la esbelta figura de la nave de guerra y de mar. Y asÃ, con la magia de las cosas que se comienzan a crear. Con esa magia especial que tienen los artesanos y los carpinteros de ribera era un espectáculo observar aquella sala de dibujo de 25 metros de largo por 12 de ancho, en la cual, y durante meses, los carpinteros de la Asselin trazaban los planos a escala 1/1, dibujando echados en el suelo donde sacaban las plantillas de las diferentes piezas. Durante ese tiempo se adecentó el sitio previsto para la construcción, un lugar de los antiguos diques que datan nada más y nada menos que del siglo XVIII. Se trataba de poder ejecutar la tarea de construir la nave, pero igualmente de prever y pensar como se podrÃa desarrollar adecuadamente la visita del público, a la vez que se tiene que respetar el lugar sin dañarlo, clasificado como monumento histórico. Tras conseguir la protección de lugar, los carpinteros se entregar a tallar, ensamblar y montar cada una las 62 cuadernas que componen la estructura del barco. Y asà nos encontramos como a comienzos de 2000 se coloca el forro del casco, para a continuación calafatear y dejar perfectamente estanca a la nave. El objetivo de que la nave pueda navegar, es quizás la dificultad más sobresaliente.
Y asÃ, de esta manera nos encontramos finalmente con un proceso fascinante. Tras la construcción del casco seguimos con la colocación de los mástiles y aparejos (hay 25 kilómetros de cabo), sin lugar a dudas una de las “fotografÃas” mas espectaculares ante la visión del espectador cuando observa por primera vez la Hermione. El interior de la nave es una mezcla de lo tradicional (todavÃa hay un confesionario para el sacerdote), y lo actual (tiene motor para los requisitos de seguridad tal y como exigen los procedimientos y las leyes de navegación).
Hoy en dÃa, pero en aquel entonces sobre todo, la Hermione tenÃa una caracterÃstica impresionante. La fragata era capaz de alcanzar altas velocidades, una de sus principales caracterÃsticas a la hora de ser construida en el astillero de Rochefort. Dotada de tres mástiles , el más grande es de 57 metros, y las velas desplegadas con un total 2.200 m2, permitÃa con todo el trapo alcanzar a la antigua diosa entre 10 y 12 nudos de velocidad.
Rochefort, a orillas del Charente, fue un nuevo arsenal que el Reino de Francia construyó con el objeto de, armar, aprovisionar y reparar una flota de guerra capaz de defender a la Francia. Como decÃamos con anterioridad este astillero histórico, era el máximo exponente de la inteligencia naval de la época. Inteligencia que en el siglo XVIII y “repensando” la historia mundial, compartÃa principalmente con los reinos de Inglaterra y de España. Hoy Rochefort se inventa un nuevo futuro pero apoyándose sobre un patrimonio único en el mundo, constituida entre otros por la antigua “Corderie Royale” restaurada tras 20 años de esfuerzo. Joya del antiguo arsenal y del dique con carenado del siglo XVII. La reconstrucción de este navÃo del siglo XVIII se integra en la reconquista de una identidad, la naval, que quiere devolver a Francia un testimonio de su historia y a la vez un sÃmbolo de fraternidad francoamericana a través de un navÃo que lleva asociado a su nombre, el personaje de La Fayette. Aprendamos de su historia, especialmente los paÃses, como el nuestro, que tienen mucho que conmemorar en relación a la mar.
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