El mundo del toro ya tiene sillón en la Real Academia Española. Y nada menos que el de la r. La r de la raza que nunca debe faltar en el bravo, de la necesaria regeneración, de la a veces olvidada rivalidad, del nostálgico romanticismo, de esa rutina que hay que abandonar para que la creación fluya con naturalidad en el arte del toreo. La r del genial e inolvidable Mingote y que ahora ocupa Santiago Muñoz Machado
El nuevo académico, nacido en Pozoblanco –localidad cordobesa con tanta leyenda-, es, además de un reconocido jurista, catedrático de Derecho Admnistrativo en la Universidad Complutense y académico de número en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, el propietario del hierro de Jaralta, que tiene en su reata nombres como el de «Aguadulce», el toro indultado por otro académico de la Tauromaquia, Enrique Ponce.
Dice la RAE que este ganadero de apellido machadiano está considerado como «el gran renovador del Derecho Público, especialmente Constitucional y Administrativo, en España, teniendo su obra también una gran influencia en algunos países europeos e iberoamericanos». Enhorabuena por el nombramiento, y ojalá que el rico vocabulario taurino colme todos los diccionarios de España. Y que el toreo se reconozca aún más como cultura universal.
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