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La suerte ya está echada ya. A la sombra, Italia -un morlaco con su peligro-; al sol, España -un toro de casta brava.
La cuadrilla de La Roja tiene más arte que nadie y se crece ante el ganado difícil. Palabra de una máxima figura, Enrique Ponce, español de manoletinas a montera y futbolero de pro.
Torería, y mucha, corre por las venas de Sergio Ramos, faraónico madridista de Camas. En en el pase a la final calló bocas de aquellos que lo criticaron por ese penalti fallido que tantos chistes ha provocado. Y lo hizo como el que torea de salón, con un muletazo de ensueño coronado con una estocada hasta la bola. ¡Golazo en la portería portuguesa!
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Para que siga la racha y continúe la lluvia de flores a Ramos, Alejandro Talavante le ha enviado a Ucrania uno de esos capotes con los que esta temporada está conquistando las plazas, de Badajoz a Bilbao o Madrid. Casualmente, con el que triunfó en la Corrida de Beneficencia de Las Ventas, su plaza talismán. Torero amuleto para un jugador que se agiganta en los ruedos de primera categoría, aficionado a la Fiesta y seguidor y amigo del matador extremeño.
Ojalá, en unas horas, Sergio Ramos despliegue ese capote y dibuje verónicas en el estadio de Kiev, ya sea antes de una prórroga o tras una tanda de penaltis. Los buenos aficionados quieren disfrutar del juego, pero hoy cuentan y mucho las orejas. ¡A por la puerta grande, toreros!
(Y la baraka llegó… Ole, ole y oooole por esas verónicas de Ramos)
Toros