Ángel González Abad el 19 may, 2016 Más de 25 años con vitola de primera figura del toreo. Más de un cuarto de siglo con la responsabilidad de echarse el toreo a la espalda. Enrique Ponce, cada vez más torero, cada vez más figura, cada vez con más afición. Un caso excepcional en la historia del toreo, de un hombre que cada día que pasa está haciendo historia. Y un nuevo capítulo escribió en la corrida isidril del jueves 19 de mayo, un capítulo con letras mayúsculas, con el respeto y la entrega de la primera plaza del mundo. Ahí quedan los párrafos épicos de maestría con la imponente corrida de Puerto de San Lorenzo. Una tarde más para cuadrarse ante algo más que una figura del toreo, ante el toreo en sí mismo. Un punto y seguido en una historia que por el momento no tiene punto y final, un paso más de quien nunca ha eludido ni plazas ni encastes. Y para que nada faltara en esta tarde venteña, otro diestro valenciano, el joven Román puso la guinda de la continuidad y aquello de “bienaventurados sean nuestros imitadores porque de ellos serán nuestros defectos”. Toros Tags Enrique PonceMadridSan Isidrotoros Comentarios Ángel González Abad el 19 may, 2016