Ángel González Abad el 08 sep, 2016 Un francés, un mexicano y un español… No es el comienzo de un chiste, pero podría serlo. Es lo que hay para gestionar la primera plaza de toros del mundo. Un francés, el autodenominado productor artístico Simón Casas, que acude al concurso de adjudicación bajo el palio de la empresa turística Nautalia Viajes. Un español, José Antonio Martínez Uranga, actual empresario, que también ha encontrado el manto protector del imperio mexicano de Alberto Baillères. Así están las cosas, un duelo. Y así están porque el pliego de condiciones elaborado por la Comunidad de Madrid, así lo preveía. Dos licitantes, y apoyados, pues las leoninas condiciones no daban para muchas más posibilidades. Dinero, dinero, dinero… Tras la publicación del pliego, la patronal taurina unida bajo la Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos (Anoet) lo declaró «extremadamente intervencionista, restrictivo, anacrónico y una subasta encubierta». Y en aquella reunión de primeros de agosto estaban presentes su presidente, Manuel Martínez Erice, vicepresidente Óscar Chopera, Ramón Valencia, Simón Casas, Nacho Lloret, Matilla… Lo que nadie dijo después de exigir a la Comunidad de Madrid la retirada del pliego, fue si toda aquella carga explosiva contra el concurso de Las Ventas iba a suponer que los empresarios declinaran presentarse al mismo. Parecía lo lógico después de tanta indignación demostrada. Pero visto lo visto, ahí quedó todo aquello de intervencionista, restrictivo y anacrónico. Corporativismo el justo, que cada uno mire por lo suyo y el que más pueda…, que se busque socios económicos para hacer frente a la subasta encubierta. El duelo del francés, con Nautalia, frente al español y el mexicano, ya esta sobre la mesa. El día 15 se sabrá lo que ofrecen… Poderoso caballero. Toros Tags Alberto BaillèresconcursoMartínez UrangaNautaliaPlaza de Toros de Las VentasSimón Casas Comentarios Ángel González Abad el 08 sep, 2016