El Pilar recién finalizado ha sido una buena Feria, con contenido, en la que se han vivido momentos de mucho interés y en la que, sobre todo, los tendidos han rebosado de ilusión. Ilusión por el futuro de una plaza que hace un año parecía condenada hacia un gélidol abismo. Lo mejor del Pilar 2014 ha sido respirar ese ambiente de optimismo por el que se ha pagado en ocasiones con la moneda de lo festivo en vez del criterio que siempre imperó en la Misericordia. El precio de un público fácil y con ganas de divertirse se puede pagar porque el público estuvo esta vez en los tendidos y no se quedó en casa como sucedía en años anteriores. Los aficionados han vuelto a encontrar el camino de la plaza y este debe ser guión que ha de marcarse la empresa de Simón Casas para avanzar en lo mucho conseguido en este su primer año de gestión. Quedan muchas cosas por hacer, queda mantener la ilusión, queda no quebrar el camino hacia el futuro que se ha emprendido.
Del Pilar me quedo con la imponente corrida de Victorino Martín, con las exquisitas formas asentadas en el valor de Ginés Marín, con la novillada de Los Maños, con el indultado “Quejoso” y el firme hallazgo de Varea, con el aire goyesco del día del 250 aniversario y el gran tercer toro de Fuente Ymbro, con la buena faena de Daniel Luque al que abrió su encerrona, con el Talavante, el Ponce y el Diego Urdiales de la víspera del Pilar, con El Juli del día grande y con los máximos trofeos de Diego Ventura.
El cuadro de honor de la Feria del Pilar 2014 es el siguiente:
–VIII Trofeo a la mejor faena, de la Diputación Provincial de Zaragoza, a para el Juli por la realizada al quinto de Victoriano del Río el día 12.