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Blogs Entre barreras por Ángel González Abad

La cubierta de la plaza de toros de Zaragoza, 25 años y ahí sigue

Ángel González Abad el

 En la imagen, montaje de la cubierta de la plaza de Zaragoza en 1988

Ahí sigue espléndida, y han pasado 25 años desde que se instaló. La cubierta de la plaza de toros de Zaragoza salvó la Feria del Pilar de las inclemencias del tiempo. ¡Cuántas corridas con abrigo y paraguas! ¡Cuántas tardes de frío y viento! ¡Cuántos festejos suspendidos! Todo olvidado porque desde hace un cuarto de siglo, en Zaragoza se anuncia que hay toros, y hay toros. Todo gracias a la cubierta.

Cubrir el coso de La Misericordia con una estructura metálica recubierta de teflón, fue un “invento” del empresario Arturo Beltrán, que no era un empresario taurino al uso. Beltrán, entonces un joven e innovador empresario aragonés aplicó en la gestión de la plaza de toros otros criterios, con una mayor amplitud de miras que comprar seis toros y contratar a tres toreros, tuvo la visión de futuro de ganar un espacio único para la ciudad y para la Fiesta.

Hoy, 25 años después, la plaza de toros de Zaragoza se ha convertido en un centro neurálgico de las Fiestas del Pilar. Hasta en cuatro ocasiones se llena de bote en bote el recinto taurino. Vaquillas al amanecer, concursos de recortadores al medio día, la corrida de la tarde y toro de fuego en la media noche. No importa ni el cierzo -ese viento helador que viene del Moncayo- ni el agua.

No fue fácil convencer de las ventajas de cubrir la plaza y ABC se puso en primera fila apoyando la idea. La campaña de este periódico y de su crítico taurino Vicente Zabala fue clave para que el proyecto fuera una realidad. Hay que recordar que en el pleno de la Diputación Provincial, propietaria de la plaza, en el que se dio luz verde a las obras, hasta el portavoz socialista esgrimió las tesis de los artículos de ABC para defender la cubierta. Y en el mismo patio de cuadrillas de la plaza, en un lugar de honor, luce una placa agradeciendo a Vicente Zabala y a ABC el impulso a la obra.

Desde hace 25 años La Misericordia luce una sencilla estructura diseñada por los mismos ingenieros alemanes que dieron forma a la cubierta del estadio olímpico de Munich, que mantiene bajo su luz tamizada la esencia del toreo.

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Ángel González Abad el

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