Así se titula mi artículo de papel hoy en este periódico: “Yo sí soy patriota”. Para recordar que los patriotas somos cosmopolitas que, precisamente por serlo, sabemos de la enorme importancia de la unidad de nuestra nación para la estabilidad política y el progreso.
Y para responder a los tibios habituales que no quieren la independencia de Cataluña pero rechazan todas las patrias, himnos y banderas . Aquellos que sienten “pereza” ante los símbolos y movilizaciones patrióticas porque les parecen propios de provincianos incultos. Como la directora Isabel Coixet que publicó hace unos días un artículo con esos argumentos, con su “pereza” para con todas las patrias (“El día de las marmotas”). Pereza que no tuvo, por ejemplo, para hacer una película hagiográfica sobre su admirado, además de condenado, ex juez Garzón.
Si el españolismo pierde en Cataluña una y otra vez y parece minoría a pesar de ser mayoría (En mi post anterior, “los españolistas son mayoría”) se debe en buena medida a la abundancia de estos tibios que no quieren la independencia de Cataluña pero enferman ante la disyuntiva de un apoyo a la unidad de España. No hay un liderazgo claro y fuerte del patriotismo, y, sin patriotismo, es muy difícil la movilización, la participación y la defensa eficaz de la unidad e España.
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