Se confirmó el doble juego del PSOE con ETA. ¿O alguien puede creerse que los miembros del Constitucional cercanos al Partido Socialista han decidido en contra de los puntos de vista, deseos y estrategia del Gobierno en un asunto de esta trascendencia?
Se trata del segundo capítulo de un proceso de integración de la banda terrorista en las instituciones democráticas que comenzó en la negociación de la pasada legislatura. La mascarada tenía entonces la misma estructura. El PSOE decía que no negociaba con ETA, pero lo hacía abiertamente con su brazo político, con Batasuna, a la que no llamaba ETA, lo llamaba izquierda abertzale.
Ahora, el Gobierno sigue afirmando que no negocia con ETA, pero jueces cercanos al Gobierno legalizan a su brazo político que entra en las instituciones.
Queda el tercer y último capítulo. El Gobierno seguirá afirmando que no negocia con ETA, pero se reunirá con Bildu, negociará sus exigencias y presionará allá donde sea necesario para lograr decisiones "agradables", que diría Eduardo Madina, en la otra parte de la negociación, la referida a los presos de ETA.
Y ETA culminará su historial criminal en las instituciones democráticas, reivindicando sus crímenes y habiendo logrado una parte de sus objetivos.
ETA
