Supongo que la palabra fan viene de fanático. Al menos en algunos casos. Y lo digo por las lindezas que me han dedicado varios fans de Antonio Vega en el último post. Trascribo algunas de ellas:
Jauanma: Arrogante, ignorante y tonta
Flakis: Zorra, mediocre, facha
Jesús: Basura, puta
Tito: Da asco saber que piensas así, la que tiene que rehabilitarse eres tú
Pedricopop: Ignorante, soplagaitas
Rcmart: No tienes humanidad
Lua: Me das pena
Marta: Zorra, de qué vas puta
Harto: Ignorante, prepotente, petarda
Antonio: Casposa, ultraconservadora
Y todos estos insultos porque critiqué que la adicción a la heroína de Vega hubiera sido obviada en muchas necrológicas. Porque defendí que era necesario contar esa parte de la verdad de Antonio Vega a los jóvenes. Y porque afirmé que la adicción no es una enfermedad de la que somos meras víctimas sino un mal que los humanos podemos evitar.
Los fanáticos son los partidarios exaltados e intolerantes de una creencia. En este caso, de la creencia Antonio Vega. Con efectos tan violentos, como se ve, como las más perniciosas ideas políticas y religiosas.
fanatismo