Yolanda Gómez el 12 jul, 2013 El sistema eléctrico está diversificado y equilibrado en cuanto a las tecnologÃas que lo generan, tiene un alto nivel de penetración de las energÃas renovables y un elevado desarrollo de infraestructuras y calidad de suministro. Los apagones, frecuentes hace no tanto tiempo, han pasado casi a la historia. Pero tiene un grave problema, el precio de la electricidad es uno de los más elevados de Europa y, a pesar de ello, año tras año, los costes de generación de esta energÃa superan con creces lo que pagamos los consumidores. Año tras año el sistema va sumando déficits, y la deuda acumulada supera ya los 26.000 millones de euros. Ante esta situación, en los últimos años se han tomado medidas que han servido para parchear y disminuir el déficit pero no para acabar con él. Ahora parece que el Ejecutivo ha cogido el toro por los cuernos, pero el resultado no gusta a nadie porque todos tenemos que pagar. Las empresas que invirtieron en energÃas renovables verán mermada sus promesas de rentabilidades superiores a los dos dÃgitos. Las eléctricas tradicionales recibirán menos por los servicios que prestan, los consumidores pagaremos algo más en el recibo de la luz, y los contribuyentes asumiremos también parte del coste de llevar la energÃa a las islas. La alternativa a no hacer nada, asegura el Gobierno, serÃa la quiebra del sistema. O cerrar el déficit con un alza del 20% en el recibo de la luz. Sinceramente, mejor que paguemos un poco cada uno. Eso sÃ, esperemos que en un futuro no muy lejano la reforma consiga su objetivo fundamental: bajar el precio de la electricidad, porque, de momento, lo que tenemos es la energÃa otra vez más cara. Otros temas Comentarios Yolanda Gómez el 12 jul, 2013