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Blogs Cosas del cerebro por Pilar Quijada

Aromaterapia nocturna para combatir el miedo

Aromaterapia nocturna para combatir el miedo
Pilar Quijada el

Las fobias están entre los trastornos más prevalentes. A los animales, a los espacios cerrados, a volar… La psicología las aborda sometiendo a quienes las padecen a una«exposición con prevención de respuesta». Se trata de exponer gradualmente a una persona a lo que despierta su miedo, impidiendo que se vaya, para que su nivel de ansiedad se reduzca al comprobar que nada malo ocurre. El método es eficaz y consigue manejar el miedo en un porcentaje alto de casos.

Una versión más «light» consiste en llevar a cabo esa aproximación a lo temido por medio de la imaginación. El método es eficaz pero más lento, aunque en ocasiones puede ser la primera fase de una exposición real.

Dando un paso más a la hora de suavizar el proceso, investigadores de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad del Noroeste (Chicago) han descubierto que mientras dormimos es posible también neutralizar el miedo. La clave está en asociar un olor a la situación temida y, posteriormente, durante el sueño someter a los pacientes a una sesión de «aromaterapia» con ese mismo olor. Al repetirlo cada noche durante el sueño de ondas lentas se consigue que el temor ceda. «Observamos una disminución pequeña pero significativa del miedo», señalan los investigadores. No sirve para sustituir a la clásica terapia de exposición con prevención de respuesta pero ayuda a mejorar el resultado.

Es la primera vez que una memoria asociada a una emoción, como el miedo,  ha podido ser manipulada en humanos durante el sueño, indican los investigadores. El hallazgo se publicó en la revista «Nature Neuroscience» y demuestra que como sugieren las últimas investigaciones el cerebro no sólo puede aprender cosas nuevas por la noche, sino también “desaprender” las que no resultan útiles.

A los participantes se les  sometió a leves descargas eléctricas mientras veían dos caras en presencia de dos olores distintos. Así se logró despertar el miedo a cada cara y asociarlo a un olor concreto. Durante el sueño la exposición a uno de los olores reactivó la memoria de la cara correspondiente una y otra vez, igual que en la terapia de exposición. Cuando los sujetos despertaron, les enseñaron las dos caras y, al ver la relacionada con el olor al que habían estado expuestos mientras dormían, su reacción de miedo, medida con resonancia y conductancia de la piel, fue menor que la que experimentaron frente a la otra cara, a cuyo olor no habían estado expuestos durante el sueño.

Es cuestión de asociar un aroma a lo que nos asusta y probar a inundar con el la habitación en la que dormimos. No se pierde nada por probar…

Curiosidades
Pilar Quijada el

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