El presidente Nicolás Maduro ya debería estar en prisión por corrupto y otros crímenes, pero por ahora no hay quien le ponga los ganchos y le lea sus derechos, porque en Venezuela no hay un estado de derecho sino de facto.
Ayer la Asamblea Nacional ordenó a las fuerzas de seguridad arrestar al mandatario según sentencia dictada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en el exilio que lo condena a 18 años y 3 meses de prisión y pagar una multa de 35 millones de dólares por el soborno que le dio la brasileña Odebrecht. Muy poco, “una mantequilla”, a decir del propio Diosdado Cabello, el segundo en el mando y presidente de la cuestionada constituyente.
El diputado Juan Guaidó, jefe de la fracción unitaria de la Asamblea Nacional, fue claro: “Nicolás Maduro debió haber amanecido hoy en la cárcel, tuvo ya que estar preso, por nombrar a magistrados del TSJ de forma ilegal, por abandono del cargo, por delitos de lesa humanidad y por participar en hechos de corrupción durante su campaña presidencial en el caso de Odebrecht”.
Y comparó su caso con los ex presidentes: el brasileño Lula Da Silva, el panameño Ricardo Martinelli y el peruano Alejandro Toledo, quienes están en la cárcel por “haber robado a sus países”, añadió el diputado.
“¿Por qué no está preso Nicolás Maduro? No lo está por la misma causa que el juicio se tuvo que hacer en Colombia y la misma causa que tiene hoy preso a nuestro líder Leopoldo López, al diputado Juan Requesens y mantiene en el exilio a muchos otros. La razón es que en Venezuela no hay Estado de derecho”.
Guaidó hizo un llamado a las fuerzas de seguridad formadas por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, Sebin, al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, CICPC y a la Fuerza Armada Nacional a ponerse del lado de la Constitución, del dolor del pueblo que pasa hambre y de la sentencia dictada por el Tribunal Supremo de Justicia y detengan a Maduro, principal responsable del desfalco a la nación.
“Hay que iniciar un debate para coordinar y decidir cuál es el siguiente paso que se debe hacer, ya sea escoger un gobierno de transición u otra medida y si debe designarlo la Asamblea Nacional. Es necesaria una consulta a la ciudadanía o si debe asignarlo el Tribunal Supremo de Justicia en el exilio, porque no se trata de nombrar a una, dos o tres personas para que gobiernen, sino que se debe asignar a alguien que en realidad pueda gobernar y que luego no tenga que salir exilado del país”.
También aseguró que el día de ayer el valiente pueblo de venezolano ejerció su derecho a protestar como el paro nacional contra “el paquetazo rojo” de Maduro, dijo que se debe continuar la ruta para reunificar y reconstruir la presión popular e institucional.
“Se debe presionar a través de protestas para que las fuerzas públicas de seguridad y de justicia se pongan del lado de los venezolanos y lleven a Nicolás Maduro a la cárcel”, añade Guaidó.
Por ahora hay un manto de silencio en las fuerzas de seguridad, y los pocos que se han manifestado están presos. Hay unos 200 oficiales tras las rejas, apenas la punta del ovillo de un ejército silencioso que está esperando el pistoletazo para actuar.
“Hay que decir con mucha responsabilidad que no hay soluciones mágicas, no hay una varita que nos ayude a quitar de una a Maduro de la presidencia y colocar a otra persona, porque actualmente Nicolás Maduro no ejerce como presidente, sino que ejerce como dictador, por eso es importante convocar a todos los sectores políticos, económicos y sociales del país para definir el camino de la transición”, concluye Guaidó.
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