La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, viuda de Nestor Kirchner, pasó una tarde con María Gabriela Chávez, la hija del presidente Hugo Chávez en la residencia oficial los Olivos en la capital porteña. Fue este viernes 9 según publicó la venezolana en su cuenta de twitter @maby80.
El encuentro tuvo lugar poco antes de que se produjera el multitudinario cacerolazo en Buenos Aires como protesta contra la reforma constitucional que busca la reelección de Cristina. La reunión no hubiera pasado de las páginas de farándula si la hija de Chávez no hubiese metido su nariz en asuntos ajenos.
En “Olivos” con mi queridísima @CFKArgentina compartiendo gratos momentos! instagr.am/p/RyWF2pATFf/, escribe la venezolana.
La polémica surgió cuando María Gabriela retuiteó varios mensajes en contra de la manifestación de protesta como por ejemplo: “jaja q dañen las ollas luego del alboroto les toca comprar ollitas nuevas”, lo que provocó comentarios de repudio en la red social.
Por supuesto, después de su metedura de pata, la hija de Chávez borró los polémicos mensajes pero quedaron los comentarios de los seguidores argentinos escandalizados con la intromisión de la visitante. Porque ni siquiera la presidenta de Argentina, que la atendió por ser hija de su generoso amigo, ha hecho declaraciones de las protestas como si no existieran.
Lo que si no puede ocultar la venezolana son las masivas protestas que se realizan contra su padre. A pesar de haber ganado su tercera reelección, las marchas de los propios chavistas que votaron por su caudillo el 7 de octubre, han continuado con mayor fuerza e intensidad, llegando incluso al palacio de Miraflores, en cuyo balcón del pueblo Chávez acostumbra saludar a sus seguidores.
Durante el mes de octubre se registraron 521 protestas en Venezuela, 3 % más que el mes anterior, y 11 huelgas de hambre, según Marco Antonio Ponce, representante del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social. “En 2011 hubo más de 5.000 protestas que representan 70 % de aumento respecto de 2010. Y este año la cifra supera las 4.400 manifestaciones contra el gobierno”.
Pero María Gabriela solo se asoma al “balcón del pueblo” para ver las marchas que aclaman a su padre y no las protestas. Y Cristina sigue sus pasos.
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