Ludmila Vinogradoff el 03 jun, 2020 En el segundo día con nuevos precios de la gasolina los venezolanos se sienten engañados y frustrados por no poder repostar sus vehículos como antes sin verse obligados a pasar por numerosos obstáculos y sobornos, que degradan su moral y honestidad como ciudadanos. Cola de coches en una gasolinera De la gasolina más barata del mundo pasaron a tener la más cara del mercado internacional. Y además la que compraron a Irán con el oro de sangre alcanzará solo para un mes pues parte del combustible se lo han regalado a Cuba. El país con las mayores reservas petrolíferas del mundo vive sumido en una compleja crisis de sufrir colas por todas partes y por todos motivos. El último es la reapertura de las estaciones de servicio que han estado cerradas en estos últimos meses tres meses por la escasez de gasolina y que ahora vuelven abrirse con dos nuevos precios y uno gratis, diferenciados según la categoría social con que el régimen de Nicolás Maduro ha dividido a los venezolanos. No es el fin de la cuarentena por el coronavirus pero como si lo fuera después del largo tiempo de confinamiento y que se prolonga de manera infinita e incierta. Por ahora la gente se ha volcado a las calles para repostar sus vehículos después de estar inmovilizados tanto tiempo. Y no les importa pagar lo que sea con tal de poder transportarse. Ayer Maduro decidió romper con los 21 años en que el chavismo no había ajustado los precios del combustible por temor a la repetición del “caracazo” de 1989 cuando el entonces presidente Carlos Andrés Pérez subió la gasolina unos 12 centavos. Esta vez no ha habido estallido social ni protestas masivas. El incremento de Maduro fue astronómico, el litro de gasolina pasó de 0,00001 céntimos a costar 5.000 bolívares (0,025 dólar) que es un incremento de 50.000 millones por ciento y a 0,50 dólar. Cola de motos Los nuevos precios se aplicarán para tres categorías de personas. La subsidiada de 5.000 bolívares exclusivamente para los chavistas con el carnet de la patria hasta 120 litros por mes y 60 litros por moto. En segundo lugar los transportistas de autobuses y camioneticas la tendrán gratis, Y en tercer lugar sin restricciones ni límites para los que puedan pagar 0,50 por dólar. Estas tres categorías abren las puertas para la corrupción, la especulación y los sobornos, y en consecuencia para la violencia callejera, el conflicto y el descontento, fomentado por el propio régimen. La subvención y la gratuidad es para tener contentos a los chavistas y a los enchufados concesionarios para que hagan negocios revendiendo la gasolina en el mercado negro. El problema es que ni las 1.368 gasolineras subvencionadas ni las 200 estaciones dolarizadas tienen suficiente combustible para satisfacer la demanda interna. De ahí las kilométricas colas donde pasa de todo, desde peleas por los coleados hasta los asaltos a los conductores porque llevan dólares bajo la mirada complaciente de la milicia y la policía. El presidente interino Juan Guaidó está claro en afirmar que “El precio en dólares va a generar más contrabando, mas corrupción. Los venezolanos son los que pagan las consecuencias de 20 años de corrupción y les siguen metiendo la mano en el bolsillo. Rechazamos la dolarización y privatización del precio de la gasolina. El régimen usurpador pretende que los venezolanos paguemos por los 20 años de corrupción roja”. En la larga cola Alex El Miki comentó furioso: “llegué a las 4 de la mañana a la cola para surtir en la bomba de los Palos Grandes y nos tienen todo el día esperando por combustible. Esto es un engaño.” economiapolítica Comentarios Ludmila Vinogradoff el 03 jun, 2020