De toda la vida sabemos que a los abuelos les gusta mimar a sus nietos cuando les toca cuidar de ellos. El ritmo de vida que llevamos, nos obliga en muchas ocasiones a recurrir a ellos para que nos ayuden con los extraescolares, llevarlos al cole, etc… Es por eso que, en cuanto a la alimentación de los pequeños, nos tenemos que volver un equipo.
Seguro que te vendrá a la cabeza algún momento en el que tus abuelxs te han regalado un juguete o dado alguna chocolatina o caramelo. Aunque los niños están encantados con esto, debemos de ser conscientes de que no es lo más saludable para ellos y que sin, querer podemos influenciar negativamente su salud. Al final estamos perdiendo una oportunidad para implementar o mantener unos hábitos saludables, ¡y nadie mejor que los abuelos para ayudarnos!
Una cosa es hacer puntualmente ese mimo, pero otra cosa es que se convierta en una rutina diaria, en la que los niños cada vez se hacen más exigentes y caprichosos en cuanto a las comidas. Por eso hoy traigo unos consejos para aquellos abuelos que prácticamente conviven con sus nietos: seguro que les facilitará un poco la organización de las comidas y meriendas, que encima potenciará la de los pequeños:
- Evitar los ultraprocesados. Aunque la tentación es grande, no te recomiendo comprarle al niño las galletas o bizcochos que más le gustan. Este tipo de productos son ricos en grasas y azúcares, que además de favorecer la ganancia de peso, puede producir caries a nivel dental. Además, uno de los productos que contribuyen mucho al aumento de peso son los zumos industriales, que muchas veces son parte de la merienda.
- Hacer almuerzos/meriendas más saludables. De forma general a los niños les encantan los dulces y snacks, por lo que podemos buscar meriendas alternativas que sean más saludables. Además, lo podemos convertir en una actividad que se puede hacer con el niño, es decir, juntos se piensa una merienda divertida y rica y se hace. Tenemos un montón de recetas muy guays como son galletas o bizcochos de avena y plátano, smoothies, focaccia de verduras, mini pizzas o brochetas de fruta.
- Incluir frutas y lácteos. Aparte de las ideas comentadas anteriormente, una opción que siempre es buena son las frutas. Además de ser ricas en fibra, vitaminas y minerales, aportan ese sabor dulce que nos gusta. Incluso lo podemos combinar con yogur o frutos secos (siempre tener cuidado con el tema de la masticación), que nos aportan calcio y proteínas, fundamentales en la etapa de crecimiento.
- Evitar bebidas gaseosas y azucaradas. Te recomiendo evitar dar a los niños bebidas ricas en azúcar como las bebidas azucaradas (zumos industriales, batidos de chocolate…) o refrescos. Como mejor alternativa te propongo el agua, ya que hay que hidratarse bien, más si no paran de moverse.
- Fomentar la actividad física. Hoy en día el sedentarismo está muy presente, y cada vez más en las edades más tempranas. Una de las causas son las nuevas tecnologías, que hacen que los niños pasan más tiempo tras la pantalla. Como abuelos podemos evitar el sedentarismo llevando a los nietos al parque a jugar, de paseo o incluso haciendo juegos de mesa. Al fomentar el ejercicio físico, reducimos el riesgo del exceso de peso y otras enfermedades metabólicas.
Porque para todos, lo más importante es el bienestar de nuestros pequeños y su salud a largo plazo. Papás, mamás, abuelos y abuelas formar el mejor de los equipos.
Elisa Escorihuela Navarro
Nutricionista y Farmacéutica
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