El otro día, mientras veía ‘El Hormiguero’, de Pablo Motos, en el que entrevistaba al divertido Arturo Valls por la vuelta del programa ‘Mask Singer’, pude entender que la mayoría de nutricionistas que estaban frente al televisor (me incluyo), nos sentimos aludidos.
Te cuento: Tras un espectacular cambio físico del actor, en el que apareció más delgado, reflejándose las horas de esfuerzo en el gimnasio y, como él contaba, la de kilómetros en bici que había hecho, habló de su alimentación y de cómo el ayuno intermitente le había ayudado a cumplir su objetivo.
Fue entonces cuando Pablo Motos hizo alusión a lo poco que nos aclaramos los nutricionistas a la hora de dar pautas de nutrición, y no lo juzgo: ni es la primera vez que escucho esto, y además, siento que es posible que se tenga esa sensación.
En nuestra defensa te contaré que la nutrición es una ciencia muy joven, y como tal, cada día se va descubriendo y conociendo un poco más de ella, eso sí, siempre al amparo de la ciencia (no del amimefuncionismo). Es por eso que los que tenemos ya unos años hemos pasado de decir que una copa de vino al día es un protector cardiovascular a aclarar que el alcohol, aunque sea en pequeñas dosis puede tener efectos nocivos para la salud.
Y es que esto no puede dejar de ser así: si la ciencia avanza, los profesionales tenemos la necesidad y diría más, la obligación, de mantenernos informados y actualizar a su vez las recomendaciones que damos a nuestros pacientes y a la población en general.
De ahí que muchas personas, como Pablo Motos, piensen que no nos aclaramos. Touché… parece que así sea.
Como se comentó en la conversación, Pablo Motos hizo alusión a la recomendación de las cinco comidas al día; llevaba razón, está totalmente obsoleta. Pero, bien cierto que ya llevamos años aclarando que esto no tiene que ser así, pues se han desarrollado estudios para todos los gustos:
- Los que dicen que cuantas más veces comamos (saludablemente) al día, nos ayuda a controlar el peso.
- Los que dicen que no tiene ningún efecto
- Incluso, los posibles beneficios del ayuno intermitente como estrategia nutricional.
Llegados a este punto, es el profesional el que decide qué tipo de estrategia puede ser más beneficiosa para el paciente, puesto que la personalización es la clave del éxito en una dieta. Por poner un ejemplo, he tenido pacientes en la consulta que el ayuno intermitente les ha venido genial por sus características y otros en los que no solo no les ha beneficiado, sino que han cogido peso. Y es que, en esto de la nutrición no se debe generalizar tanto: ni para todos vale la misma dieta, ni una dieta funciona siempre en una persona, dado que nuestro cuerpos van cambiando y nuestro metabolismo, queramos o no, va variando a lo largo de nuestra vida.
Dicho esto, entiendo que, como Pablo Motos, existan muchas personas que puedan llegar a poner en duda algunas aseveraciones, y realmente considero que esto debe ser así o nunca avanzaremos.
Es por eso, que si decides cambiar tu alimentación o bien tienes un objetivo en mente, ya sea de salud o de peso, te rodees de profesionales actualizados y te dejes guiar y aconsejar de cuál es el mejor camino para conseguirlo. Parece que todavía nos queda un camino para que la profesión de nutricionista esté valorada a nivel profesional y social, pero no desistiremos 😉
Elisa Escorihuela Navarro
Nutricionista y Farmacéutica
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