Todo lo bueno se acaba. Después de unas merecidas vacaciones, volvemos a nuestros puestos de trabajo, quizás con algún kilo de más o incluso con los niveles de colesterol y azúcar alterados. La realidad es que la vuelta a la rutina y a los buenos hábitos nos viene siempre bien, de hecho septiembre es una época perfecta para replantearte aquellos cambios que quieres hacer en tu vida e integrarlos, no como un castigo ni obligación, sino más bien como un autoregalo que nos hacemos a nosotros mismos.
Alimentarse más saludablemente no solo hará que mejoren nuestras analíticas, el peso y la composición corporal, también nos ayuda a mantener nuestra salud mental y estado de ánimo. Lo primero y principal, además de las ganas (que son lo más importante), es tener una buena planificación de las comidas. De la misma manera que te organizas en el trabajo, tener bajo control tu alimentación es fundamental para conseguir llevar una buena pauta alimenticia y que de esta manera ocurra la «magia» que realmente es ciencia, pero los resultados y la constancia merecen la pena.
¿Que no sabes por dónde empezar? Pues para eso estoy yo, para echarte una manita y ayudarte a dar ese primer paso que puede cambiar tus hábitos. Hoy comparto contigo un menú para la vuelta al trabajo con ideas estupendas para que puedas llevar en tu táper de lunes a viernes porque sé que muchos de vosotros y vosotras ya volvéis a las oficinas dejando atrás el teletrabajo. Estas propuestas son muy sencillas y puedes «tunear» a tu gusto.
Menú vuelta trabajo
Te dejo unas cuantas ideas (y posibles alternativas) para que puedas aplicar el menú de vuelta al trabajo. Como verás, es rico en proteínas de origen vegetal (las legumbres y quinoa) que además nos ayudan a saciarnos y mantener alejada la sensación de hambre.
Taboulé de Quinoa (que puedes cambiar por cualquier legumbre y también queda riquísimo)
Ensalada de patata (puedes añadir cualquier fuente de proteínas, atún, salmón al natural en conserva, pollo o unas gambitas)
Tartar de atún (o de salmón, incluso puedes optar por opciones veganas como un tartar de tomate)
Ensalada de pollo (o de cualquier otra carne blanca como el pavo o conejo)
Pizza de cabacabín (o con cualquier otra base de verduras, son perfectas para quitarse el gusanillo)
Si tienes un objetivo concreto, lo adecuado será siempre personalizar tu alimentación con ayuda de un dietista-nutricionista. Y, por supuesto, no hay que olvidar el movimiento, así que, desempolva tus zapatillas que empezamos septiembre con el mejor de los pies (y siempre con cabeza).
Elisa Escorihuela Navarro
Nutricionista y Farmacéutica
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