Llama la atención que gran parte de la población sufra infección por Helicobacter Pylori, en concreto más de un 50% y la mayoría de los afectados puede que no lo sepan, pues la bacteria puede producir sintomatología o no.
La Helicobacter Pylori es una bacteria gram negativa presente en el estómago humano y si aunque parezca mentira, esta bacteria con una curiosa forma helicoidal puede sobrevivir a sus anchas en un entorno tan hostil como nuestro epitelio gástrico. Esto es posible porque esta bacteria es capaz de secretar una enzima llamada ureasa que convierte la urea en amoníaco y de esta manera neutraliza la acidez del estómago, de ahí que pueda campar a sus anchas en nuestro estómago y que en ocasiones pueda colonizarlo, aprovechando además su forma helicoidal para penetrar en las mucosas.
En algunos casos esta colonización puede ser asintomática, es decir, que ni te enteras de que la tienes pero hay quienes lo pasan muy mal por la intensidad del los dolor y otras molestias que ahora te cuento.
En general, la sintomatología más común es la siguiente, apareciendo por separado y, en muchas ocasiones, varias molestias al mismo tiempo.
- Sensación de acidez.
- Ardor estomacal.
- Reflujo gastroesofágico.
- Hinchazón o inflamación estomacal.
- Náuseas y vómitos.
- Dolor en la parte superior del estómago, calambres y molestias.
- Pérdida de apetito y sensación de plenitud aunque no se haya comido en abundancia.
- Heces de color oscuro y vómitos con sangre.
- Debilidad, cansancio y mareo: posiblemente a causa de una anemia derivada de la pérdida de nutrientes esenciales e incluso de sangrado.
En muchos casos, la dolencia más característica y que nos alerta de que algo va mal, es que aparece una gastritis aguda que comienza de forma repentina, en especial después de comidas abundantes o tras la ingesta de alcohol y que puede producir dolor y ardor estomacal e ir acompañada de náuseas, vómitos o diarrea.
Sin embargo, también se dan los casos, cuya persona sufre una gastritis sin apenas sintomatología, reconocida como gastritis crónica que hace que pase más desapercibida y sea de más difícil diagnóstico.
Esta última (gastritis crónica) se caracteriza por digestiones pesadas, a la cual no solemos darle importancia pero puede derivar en una malabsorción de todo tipo de nutrientes esenciales para el buen funcionamiento de nuestro organismo.
Pero sin duda la consecuencia que más preocupa es la aparición de cáncer de estómago causado por Helicobacter. Que a su vez va asociado a la gastritis crónica, una mala alimentación y hábitos nocivos como son el consumo de alcohol y de tabaco.
Por tanto, es de vital importancia un diagnóstico temprano con el fin de poder tratarla cuanto antes y reducir los riesgos.
Mi recomendación es que escuches a tu cuerpo y no normalices la sintomatología. Acude a tu médico ya que el diagnóstico es sencillo.
Elisa Escorihuela Navarro
Nutricionista y Farmacéutica
Puedes saber más sobre patologías digestivas y dietas consultando el libro ‘Dietoterapia’.
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