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El reto: copar los nueve podios en Jerez

Tomás González-Martín el

La única razón del éxito de nuestro motociclismo es que los pilotos españoles son, sencillamente, los mejores. Invertimos en circuitos y equipos en los años ochenta y noventa, y el premio del trabajo de las federaciones y de los patrocinadores es este dominio en el deporte de las dos ruedas. Miren que Dorna, la propietaria del Mundial, ayuda a jóvenes de Alemania, Gran Bretaña, Australia y otros países para que lleguen al Mundial. Pero surgen los hispanos y arrollan.

La categoría de Moto3, la cantera, es un monopolio de grandes chavales de nuestra nación. Rins, Viñales, Salom y Alex Márquez, el hermano de Marc, son superiores a los demás. Y eso que Dorna apoya a otros muchachos de otras nacionalidades para que intenten impedir ese monopopolio en la cilindrada pequeña, semilla de lo que sucederá en el futuro. Pero es que la calidad innata de nuestros compatriotas derrota a cualquier política de expansión internacional. A los españoles, hay que decirlo, nos va el motociclismo en la sangre. Esa improvisación, esa genialidad, esa bravura casa con nuestra idiosincrasia. Sin embargo, nunca seremos nadie en el curling. Va con otras fomras de ser, más sosegadas y aburridas.

Los pilotos españoles coparon ocho de los nueve podios en el circuito de Austin, un trazado nuevo en el campeonato, que muchos no conocían. Dorna no podía calibrar que allí explotarían Terol y Rabat, en Moto2, para acaparar también la cilindrada más abierta. Ni Kallio ni Aegerter pudieron evitar el triunfo español en la división intermedia. Y no obtuvimos el pleno de nueve cajones porque Pol Espargaró se cayó. Es la cruda realidad. Somos superiores.

Ahora, nuestros campeones se han retado a batir todos los récords. En el avión de vuelta desde Estados Unidos se hablaba del objetivo: subirse a los nueve podios en el circuito de Jerez, el 5 de mayo, en el Gran Premio de España. No quieren abusar, porque el motociclismo necesita pilotos de otros países que brillen, pero a nuestros compatriotas les gustaría conseguir esa plusmarca y dejarla para la historia.

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