No pueden seguir así. Lo saben. Dos españolitos pegándose en la pista, con tal de que no gane el otro, y un suizo partiéndose de risa. Pol Espargaró ha reflexionado y ha dado un paso adelante. Ha dicho que él y Márquez tienen que respetarse al máximo en la pista. Bien hecho. No puede ser que Luthi sea líder del Mundial de Moto2 porque dos compatriotas se obsesionen entre ellos. Para colmo, un italiano, Iannone, un talento capaz de todo y de nada, se aprovecha también de esa guerra y vuelve a aspirar a la corona.
Cuidado. Los dos españoles pueden perder el campeonato por su enfrentamiento. En Silverstone deben comenzar a ser serenos en el asfalto. Que gane uno u otro pero que no se perjudiquen. Hay una máxima. Que hagan entre ellos lo que harían también con Iannone y Luthi.
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