Carmelo Ezpeleta desea recuperar la máxima competencia en MotoGP y admitirá en 2012 las motos Claims Rules Team (CRT), más baratas, con el fin de que sean mayoritarias un año después. En 2013 reducirá las prestaciones de las máquinas oficiales de Honda, Yamaha y Ducati para que no exista tanta diferencia entre las tres grandes casas y las nuevas monturas del campeonato.
Su objetivo es conseguir una lucha similar a la que triunfa en Moto2, que ya hizo su revolución con unos costes mucho más bajos que los antiguos 250 centímetros cúbicos. Esa igualdad planificada en la segunda división del motociclismo ha sido un éxito. Veinte pilotos rodaron en el mismo segundo de margen y el duelo entre Márquez y Bradl fue lo más bonito de la temporada.
Un acierto, el de Moto2, que la próxima campaña presentará una atracción aún mayor. Bradl asciende a MotoGP, pero Márquez tendrá como rival a Toni Elías, el primer campeón de esta cilindrada, en 2010. El enfrentamiento entre los dos españoles y el estreno de Nico Terol aportará un interés que Luthi y Corsi confirmarán por la vía extranjera. Si Andrea Iannone y Alex de Angelis se suman a la batalla y descartan subirse a una CRT, el espectáculo será insuperable.
Pero el epicentro de la emoción será la nueva batalla entre pupilos de Alzamora y de Aspar, que ha fichado al manresano con el objetivo de vencer por fin en la categoría intermedia. Jorge Martínez no pudo hacerlo con Julián Simón. El manchego fue derrotado por las lesiones y por el turco Sofuoglu, que le destrozó una pierna. Aspar recupera ahora a Toni Elías, al que dirigió en 2002 y 2003, para alcanzar el éxito. Ganar a Marc Márquez es un reto de cilindrada reina transferido a Moto2.
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